CDMX.- 13 de noviembre de 2016
La desconfianza en las autoridades, la impunidad y la falta de políticas públicas para garantizar la seguridad de los poblanos, son las razones por las que ciudadanos han hecho justicia por su propia mano, consideraron Catalina Aguilar Oropeza, directora de Desarrollo Institucional del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, y Jordi Pahul Cacho, cofundador y vicepresidente de la organización Justicia Ciudadana.
A propósito de los más de 10 casos que se han presentado en las semanas recientes, de vecinos que han agredido, golpeado e incluso causado la muerte a supuestos delincuentes, ambos coincidieron en que la gente actuó de este modo porque no creyó en que los responsables de la administración de la justicia, harían su trabajo.
“Hay muchísima desconfianza en las autoridades”, aseveró Aguilar Oropeza, y “es una señal clara de que la gente no está satisfecha, del cansancio de la gente por la ineptitud de la autoridad”, agregó Pahul Cacho
A decir de él, la cada vez más frecuente ocurrencia de este tipo de eventos es una prueba clara de que las políticas públicas que se han implementado no han sido efectivas para combatir la delincuencia y los ciudadanos ya están hartos de ser víctimas de ella.
“Es que hay corrupción, hay falta de tecnología, hay falta de preparación, de capacitación y buenas condiciones de trabajo para los policías, a los policías les pagan 5 mil pesos y por eso quieren que salgan a jugarse la vida”, criticó.
Además, señaló, la reciente implementación del nuevo sistema de justicia penal, causó una mayor crisis social, toda vez que la Fiscalía General del Estado (FGE) cerró muchas agencias del Ministerio Público en las que antes, pese a varias dificultades, los ciudadanos podían hacer denuncias, mientras que en la actualidad, para la mayoría es casi imposible.
“Nosotros siempre invitamos a la gente a que denuncie, porque es el camino, el procedimiento que se debe seguir, pero hemos sabido de casos que tardan ocho, 10, 12 horas en interponer una denuncia, lógicamente estas personas se cansan, se decepcionan”, completó.
Además, recordó la directora de Desarrollo Institucional del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, los propios ciudadanos ya lo confesaron, en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), toda vez que reveló que más del 50 por ciento de los entrevistados declaró que no confía en sus autoridades.
Y agregó, la reacción de los ciudadanos se ha tornado violenta porque el clima social también lo es, “hay falta de confianza y una cultura de violencia, además con la incertidumbre, el miedo, la reacción (de la gente) es violenta”, abundó.
JUSTICIEROS DELINCUENTES
Catalina Aguilar y Jordi Pahul, coincidieron en advertir que hacer justicia por propia mano no es la solución sino que lejos de ello, puede desatar una ola delictiva y de violencia mayor.
Y es que ambos recordaron que la ley contempla sanciones para quienes maltraten, lesionen o maten a alguna persona.
“Es una pena que esto suceda, porque es riesgoso para nosotros mismos como ciudadanos, porque debe haber respeto a los derechos humanos, porque no hay evidencia y porque todos tenemos derecho a un juicio”, enfatizó Aguilar Oropeza.
Además, advirtió Jordi Pahul, la posibilidad de que se produzcan más eventos de este tipo se convierte en un riesgo, pues se rompe el estado de derecho y se abre la posibilidad de una anarquía.
Por último, mencionó, en tales casos se añade el riesgo de que los ciudadanos que buscan hacer justicia, se conviertan en los responsables de la comisión de un delito y en consecuencia, ellos resulten inculpados.