Tlaxcala/04 de diciembre de 2016
Las profesionales voces de Angélica Aragón y Roberto D´Amico, resonaron en el majestuoso Teatro Xicohténcatl este fin de semana, tras la presentación de la tragedia al estilo Griego “El rey Creón”, del autor y diplomático mexicano, Alejandro Carrillo Castro, quién a lo largo de dos meses, logro consolidar este proyecto con el Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala, a través del Asesor Académico, José Antonio Carranza Palacios, y dar oportunidad a jóvenes talento de este Subsistema.
Con la presencia del Secretario de Educación Pública del Estado, Tomás Munive Osorno, el Director General del Cobat, David Flores Leal, reconoció el mérito de esta obra, que permitió a diez jóvenes estudiantes, incursionar en el bello arte de la actuación.
Trasladados a diálogos, de hechos ocurridos en la antigua ciudad del alto Egipto, como es Tebas, hace mil quinientos años, es como los primeros actores y los jóvenes estudiantes, trasladaron la realidad del Rey Creón, a padres de familia, directivos e invitados especiales, que engalanaron el Teatro Xicohténcatl.
Al ritmo de música incidental, al inicio de cada acto y efectos sonoros, es como la habilidad vocal, levantó los aplausos de los asistentes, quienes presenciaron el conflicto entre Antígona (Angélica Aragón) y Creón (Roberto D´Amico), por la confrontación de valores del derecho materno (el matriarcado), frente al derecho paterno (el patriarcado), el cuál continua vigente después de varios miles de años.
Por su parte, el autor de la Obra, Alejandro Carrillo Castro, reconoció el interés del Cobat, por abrir la oportunidad, para fomentar proyectos de crecimiento profesional y cultural entre los jóvenes bachilleres.
Quién congratuló el trabajo actoral de los jóvenes Ángel Grande Meza, Ana Karen Sodi González, Eduardo Olivia García, Karen Lizeth Islas Cázares, Jesús Manuel Hernández Herrera, Mario Gutiérrez Munive, Edith Ruiz Rojas, Adolfo Ortega Tecuapacho, Isabel Michelle Sánchez Vázquez y Eleazar Vázquez Rodríguez.
Los textos narrados, se caracterizaron por la sobriedad de la escenografía, pues solo con la exquisitez de las letras y voces sublimes de cada intérprete, lograron minutos gloriosos.