Redacción
Tlaxcala/12 de diciembre de 2016.- En Tlaxcala sigue vigente la tradición de vestir a los niños de inditos el 12 de diciembre, para recordar con mañanitas, peregrinaciones y rosas de plata la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, hace 483 años en el Tepeyac.
En la mayoría de las parroquias de los municipios, sobre todo en la de la capital del estado en San José, este 12 de diciembre quedo constancia de que primero es la fe.
Es la que genera que siga vigente la tradición de que los mexicanos católicos vistan el 12 de diciembre a sus niños de inditos, para recordar la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, en el Cerro del Tepeyac, hace 483 años.
Lo anterior pese a la crisis económica que afecta a la mayoría de los mexicanos, primero la fe, es lo que comentan los padres de familia ya que es la que genera que siga vigente la tradición de que los mexicanos católicos vistan el 12 de diciembre a sus niños de inditos.
José Luis Aguirre y su esposa María Luisa Gómez, llevaron a su niño de solo año y medio desde Ayometla, lo vistieron con su jorongo, calzón de manta y enormes bigotes y dicen que es justificado el gasto de comprar los trajes de inditos para vestir a los pequeños, de entre uno y tres años, para, en un acto de amor y cariño a la Virgen de Guadalupe, presentarlos ante ella en todos los templos católicos del país.
A ermitas, capillas, parroquias, basílicas y santuarios, durante todo el día, acudieron este viernes los papás con sus pequeños hijos, para cumplir con una tradición católica de siglos en México, presentar a los niños ante la Reina de México y Emperatriz de América.
El frío y un cielo nublado no impidieron que los papás llevaran a sus hijos a las iglesias. Para prevenir enfermedades de las vías respiratorias, los protegieron con ropa invernal.
Quienes vieron disminuidas sus ganancias, fueron los fotógrafos que se instalan fuera de las iglesias, por ejemplo en Apizaco, donde las obras que se realizan impidieron que llegara un número mayor de niños con sus padres, peregrinos y en esta ocasión fueron pocos los papás no solicitaron sus servicios para tomar la «fotografía del recuerdo, como cada año es tradicional.