Pedro Morales
La Experiencia que les dejó el PRI por más de cuatro décadas a políticas y políticos de Tlaxcala, a quienes también como dijo Tulio Hernández Gómez “tanta democracia nos rompió la madre”, ya no se sienten a gusto en ningún partido.
La reciente visita de Andrés Manuel López Obrador y su nuevo look a la Trump, fue el escaparate perfecto para que “exdestacados” priistas se declararon seguidores, admiradores e impulsores del líder moral de Morena.
Son tan claras sus intenciones que no ocultan que a su pesar, ya en Tlaxcala ningún partido los llena, ni los quieren y más bien están espantados por el rumbo que ha tomado la administración presidencial, sobre todo por los gasolinazos y el pleito con Donald Trump.
Ellos, las políticas y políticos de “huarache”, ya se vieron representando a Tlaxcala en el gabinete de AMLO como secretarias o secretarios de algo, ya se lo merecen y ya se vieron, además de que son despreciados en su tierra por los partidos y sus dirigentes.
Y más por las y los electores tlaxcaltecas.
Al miso tiempo hay quienes prefieren crear sus propios partidos como es el caso de los hermanos Héctor e Israel Ortiz, quienes fundaron el Partido Alianza Ciudadana (PAC), con rumo al 2018 para hacer alianzas y al futuro para la gubernatura.
Pero una cosa es clara en política de partidos, hay personajes que gracias a sus brincos de partido en partido, ya en ningún lado los quieren, solo Morena les ha dado entrada para aumentar su capital político.
Hasta hace dos décadas, nadie dudaría del arrastre de algunos personajes de la política local que sin duda con aplicar los votos de seguidores y simpatizantes inclinarían la balanza en las elecciones locales o federaos.
Pero esa pasaba hace 20 años, sin embargo viven de sus viejas glorias y estos personajes tienen nombre y apellido como e el caso de Alfonso Sánchez Amaya que logró la gubernatura tras salir del PRI y sumarse al PRD.
Como ya nadie le llama, ni ha podido ganar nada, tras su dolorosa y escandalosa derrota a manos de una mujer en la pasada elección de diputados federales, donde fue humillado en las urnas por una mujer, ahora busca reflectores en Morena.
Otro “morenista” de nuevo cuño es el ex priista José Antonio Álvarez Lima “El Sol Rojo” en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, quien se ha convertido en comentarista político aunque sea en medios digitales y otros medios en decadencia.
Álvarez Lima acudió al mitin de AMLO en el zócalo de la ciudad de Tlaxcala, subió al templete para que todos lo vieran pero el problema fue al bajar, no podía y tuvo que ser ayudado por fotógrafos que comentaron por todos lados el “oso” del otrora poderoso priista.
Tal parece que Morena está condenado a ser receptor de priistas resentidos, como es el caso de su auto denominada coordinadora Martha Palafox Gutiérrez, quien o ha soltado la nómina federal.
Se le ha criticado por colocar a sus retoños en donde hay sueldos elevados y lo ha logrado, por eso su preocupación para “tejer puentes”, antes de que se acabe su periodo y sería una verdadera lotería para la política de Huamantla si AMLO logra el objetivo, ya que de otra manera su carrera política habrá terminado.
La más reciente adquisición de Morena en Tlaxcala, fue la suma voluntaria de la excandidata a la gubernatura por el PRD, Lorena Cuéllar Cisneros, quien de nueva cuenta aplicó su estrategia.
Al salir del PRD, juró que se sumaba pero que no renunciaba a su militancia del PRI, y así la aceptaron y así contendió para la gubernatura, ahora a los morenistas les dijo que se suma, pero que no renunciaba al PRD, donde por cierto no existen registros de su filiación.
Y así ahora en Morena rumbo al 2018, se han sumado de todos los partidos, como también es el caso del exdirigente estatal del PAN y exsecretario de gobierno, Sergio González Hernández.
A todos ellos se les vio muy convencidos en el mitin de AMLO y fueron de los primeros en firmar el pacto, juraron amor eterno a López Obrador y a poner todo su empeño y sus “votos”, para lograr que se haga realidad eso de que… “LA TERCERA SEA LA VENCIDA”.