15 de marzo de 2017/Tlaxcala, Tlax.- Redacción
La tradición de las festividades del carnaval en Tlaxcala han trascendido más allá de las fronteras nacionales e internacionales, colocando al carnaval de la entidad como uno de los más coloridos y concurridos a nivel mundial, enalteciendo la cultura de la tierra del pan del maíz en todo el orbe
La cosmopolita ciudad de New York, en los Estados Unidos fue un escaparate más para está arraigada tradición, que al igual que miles de Tlaxcaltecas que atravesaron la frontera norte del país, la música, los trajes y la danza llegaron a nuevos horizontes.
Durante los festejos mexicanos en la llamada «Gran Manzana», los representativos Tlaxcaltecas lucieron sus coloridos trajes y plumas exóticas en las calles, causando emoción entre connacionales y norteamericanos que observaron su andar sobre las principales avenidas.
Fieles a las tradiciones de su tierra, miles de tlaxcaltecas que van en búsqueda de un sueño de superación y mejores oportunidades en el país vecino, buscan llevar objetos que recuerden sus orígenes, su tierra.
Más allá de fotografías familiares y platillos típicos, música y otros objetos, para un grupo de Papalotlenses llevó consigo algo inusual, su traje de charro, cueras, plumeron, paño y su cuarta, el misticismo y el alma de un pueblo danzante.
El huehue, palabra traducida del náhuatl como viejo danzante, es sin duda una figura de respeto y reconocimiento en el municipio sureño durante las fiestas de la carne, una de las tradiciones más importantes del estado en todos sus municipios.
Si bien cada región del estado tiene su propio carnaval y trajes tradicionales, para los oriundos de Papalotla resulta todo un rito el vestir a sus huehues y apreciar su ejecución de las danzas.
Un fin de semana al año, no necesariamente el día de Dan Francisco, patrono del pueblo, Papalotla paraliza su vida rutinaria para hacer que la demarcación se sumerge en una fiesta masiva, una fiesta bañada en pulque y licor, alimentada con los tradicionales tamales, todo ello al rito de la música de Carnaval.
Al son de la muñeca, la culebra y otros sones, charros y doncellas inundan las calles para hacer valer la tradición de mofarse de los gachupines, al tiempo que el rito para llamar las lluvias para una buena cosecha este año tiene lugar.
En el cerro de la luna, lugar que los tiashcas del pueblo decían era sagrado para las danzas, se celebra un encuentro de mundos, de culturas y tradiciones, el Altepehilhuilt, que reúne huehues y carnavales d toda la periferia, un encuentro de culturas y mundos de la antigüedad y el presente.
Miles de danzantes celebraron durante todo el día, de manera anticipada al carnaval, la fiesta del cerro de la luna, donde además se realiza un tiro sagrado antiguo donde las creencias prehispánicas llaman al dios de la lluvia para que su benevolencia los prevea de agua para sus cosechas.
El ajuar del charro, más allá de vistoso, tiene un ex trecho significado con el ritual, donde el plumero simboliza las nubes , el palo o capa lentejuelada, representa el cielo y la cuarta o látigo simboliza los rayos o truenos que preceden a las tormentas, todo ello para ejecutar la danza de la culebra, «la danza de la lluvia».
Ajeno a la difícil situación diplomática que existe entre ambos países, e independiente a la situación migratoria de cada mexicano en aquel país, los mexicanos y en especial los tlaxcaltecas muestran su orgullo y tradición.
Como es costumbre, las calles se tiñen de colores y banderas tricolores que recuerdan a la nación estadounidense que el corazón y alma de sus ciudades, al alegría de sus fiestas, y sobre todo la fuerza de su sector productivo reside en gran parte en nacidos de tierras mexicanas, en amantes del carnaval y en muchos casos, en auténticos charros Tlaxcaltecas.