23 de abril de 2017/redacción
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició la indagatoria correspondiente, a fin de establecer diferentes líneas de investigación que conlleven a la localización del o los probables responsables del delito de homicidio de un taxista en el municipio de Totolac.
Asimismo, durante las primeras pesquisas, los expertos establecieron que el hoy occiso era el propietario de un vehículo tipo taxi localizado en calidad de abandonado, la madrugada del día de los hechos en el municipio de Apetatitlán.
Lo anterior, ya que a las 10:50 horas del 23 de abril, el servicio de emergencias 911 informó a especialistas de la PGJE, la existencia de un cuerpo sin vida en el interior del panteón de Santiago Tepeticpac, municipio de Totolac
Al contar con esta información, Policía de Investigación y peritos en sus distintas ramas se trasladaron al lugar de los hechos, donde realizaron el levantamiento del cadáver.
Posteriormente, lo trasladaron al Servicio Médico Forense (Semefo) a fin de practicarle la necropsia de ley; asimismo, en el lugar varias personas identificaron el cuerpo de quien en vida respondió al nombre de Mario N., de ocupación taxista.
MUERTO UBICAN A TAXISTA EN TOTOLAC
Sergio Espinoza
Sin vida y con un disparo por arma de fuego a la altura de la cabeza fue hallado en las inmediaciones del Panteón de Tepecticpac el cadáver de Mario Vázquez Gómez, el taxista de Tlaxcala que la víspera fue reportado como ilocalizable, de quien su herramienta de trabajo poco antes de la 23:50 horas del sábado fué ubicada en Tlatempan Apetatitlán.
No obstante que sus colegas del volante a la par de la policía estatal y municipal, montaron un operativo para la búsqueda y localización del hoy occiso, este domingo el número de Emergencias 91, fue alertado de la presencia del cuerpo inerte de un hombre por el camposanto de Santiaguito.
Acto seguido, efectivos de la Comisión Estatal de Seguidad (CES) y paramédicos se apersonaron en un cerro de la comunidad ya referida, donde confirmaron el dato y procedieron a decretar la muerte del hombre de unos 35 años de edad, quien estaba bañado en sangre en el costado derecho, producto presumiblemente del balazo que mostraba el cuerpo en la testa.
Al tiempo de que era acordonado el sitio del hallazgo, varios trabajadores del volante se hicieron presentes en la zona para confirmar lo que desde anoche se temía, y que obviamente alteró los ánimos de los trabajadores del volante, quienes reprocharon el que las autoridades no hace nada para garantizar la seguridad de la población, en especial para ellos. Ya que este caso es el numero siete en menos de 15 días y el primero con saldo mortal.
A razón de lo anterior varios grupos de taxistas llevan a cabo reuniones en algunos puntos de la entidad, para definir las acciones a emprender; dentro de las cuales estaría buscar reunirse con Julio Cesar Hernández Mejía el alcalde de Apizaco para que les garantice la seguridad, esto a pesar de que su Jefe policíaco buscado iniciar con el operativo TAXISTA VIGILANTE, el que lejos de ayudar tiene tintes de ilegalidad.
Siendo otra de las acciones el acudir a la ciudad capital en respuesta al llamado a la movilización-manifestación-plantón frente a las sedes de los tres poderes, llámese Ejecutivo, Legislativo y Judicial, ya que los ruleteros entrevistados dijeron es imperante se garantice la seguridad de los trabajadores del volante.
Destacando que ya existe una enorme desconfianza en las autoridades del rubro de seguridad y de justicia, donde pareciéra que sus titulares no saben, desconocen o no tienen idea de lo que se debe hacer, muestra de ello es la mala implementación de las estrategias de seguridad que evidentemente están siendo rebasadas por los maleantes.
Y si a esto le sumamos el reciente hecho vivido en la ciudad rielera; donde un policía de investigación adscrito a la Procuraduria General de Justicia del Estado (PGJE) fue detenido, cuando perpetraba un atraco a mano armada en contra de un taxista, al que apunta de pistola y violentamente le quería arrebatar su herramienta de trabajo, lo que prendió la mecha a una inconformidad que se venía presurizando y esta por estallar, principalmente por la desatención que han sufrido los hoy inconformes.