4 de mayo de 2017/Pedro Morales
Tras otra explosión en el interior de la empresa Clorobencenos, ubicada en Tequexquitla, el edil hizo valer la autonomía municipal que está por arriba del poder federal y estatal, pero que nadie quiere hacer valer en Tlaxcala.
El alcalde de Tequexquitla, Óscar Vélez Sánchez luego de realizar un recorrido con parte de su cabildo y varios funcionarios, procedió a clausurar la planta, ya que había podido determinar que carece de algunas cuestiones de seguridad que ponen en riesgo a sus gobernados.
De esta forma junto con los habitantes de la comunidad de Mazatepec concluyó la situación de inestabilidad y guerra de declaraciones entre Óscar Vélez Sánchez el alcalde de El Carmen Tequexquitla y Joaquín Pluma Morales el todavía titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
Esto a raíz de que alrededor de las 17:00 horas de este miércoles, -según algunas versiones- se habría registrado una explosión e incendio al interior de la empresa Clorobencenos, S.A. de C.V. ubicada en la comunidad antes referida, del municipio de El Carmen Tequexquitla.
Esto generó la movilización de diversos cuerpos de rescate, que a pesar de constituirse en el lugar; los directivos de la misma se negaron en todo momento a que ingresaran para coadyuvar en las labores de control del fuego en uno de los «Tótem».
El incidente se originó en un tanque de gas de más de 40 mil litros (que no estaba lleno en su totalidad), situación que causó zozobra entre los habitantes de la citada colonia, quienes alarmados comenzaron a congregarse al frente de la factoría y las áreas perimetrales, para demandar que debido al riesgo que representa, se clausure como ocurrió hace años y de ser posible que la inactividad sea permanente.
La contaminación que generan los procesos industriales para la fabricación de pastillas desodorantes para baño en la planta Clorobencenos instalada en Tequexquitla pone en riesgo la salud de alrededor de 200 familias.
Vecinos de Mazatepec, quienes pidieron el anonimato dijeron que se han visto en la necesidad de viajar a la capital del estado, para solicitar la inmediata intervención de Protección Civil, de la Profepa, de la CGE y de SESA, debido a que las familias de la colonia Mazatepec ya acusan serios problemas de salud.
Agregó que la situación es tan preocupante en esa región que incluso ya giró un oficio a la LXI Legislatura, para que la comisión respectiva realice una investigación al respecto.
A la Profepa y a la Comisión Nacional del Agua les solicitó un monitoreo constante de las aguas residuales que son arrojadas a un costado de la planta y que corren por terrenos a cielo abierto.
En cuanto hace a la CGE, se le exigió que se aclare el contenido de cientos de tambos que se encuentran en la parte trasera de la planta y de los que escurren diferentes sustancias que sospechan los vecinos se trata de desechos industriales tóxicos y de alta peligrosidad par el ser humano.
Indicaron que hay monitoreos por parte de las dependencias federales, estatales y municipales, sin embargo los vecinos del lugar siguen reportando daños en la salud y que sigue la petición de las familias para que la empresa salga de la zona.
Advirtieron que las presuntas emisiones contaminantes no han sido probadas, en lo que se han recibido cuatro denuncias que han sido presentadas por la contaminación, pero no han prosperado por el monitoreo que se realiza a la empresa.
Tampoco se ha comprobado la afectación en la salud de los lugareños y que tiene reportes de que les salen manchas en la piel, la gente se ha estado manifestando, asegura que el gobierno ha estado muy pendiente.
INSISTEN VECINOS QUE AUMENTAN LOS CASOS DE CÁNCER
Ante la nula respuesta de las autoridades federales, estatales y municipales para atender el problema de la contaminación ambiental que genera la empresa Clorobencenos obliga a los vecinos a solicitar ayuda internacional de Greenpeace y de agencias informativas internacionales.
En representación de ellos, Elda Gómez Ugarte preciso que han aumentado los problemas de cáncer, ya que hay mujeres que las intervienen quirúrgicamente por infecciones repentinas.
La mayoría de la población tiene problemas de la vista, además de alergias y comezón en la piel, ante esta situación dijo con lágrimas en los ojos, “qué más quieren las autoridades, que se muera toda la población para que hagan algo al respecto y quiten esta empresa”.
También la flora y fauna acusan los problemas causados por las emisiones ilegales, debido a que entre dos y cuatro de la madrigada la empresa suelta sus descargas a veces de un color azul tenue y en otras amarillo.
Su ganado ha muerto por estos motivos ya que les salen tumores, además de que los campos y árboles se han secado, “nuestra producción de ganado y agricultura está contaminada”, sostuvieron.
Asimismo los habitantes argumentaron que ya llevaron oficios al gobierno del estado, la autoridad municipal y al gobierno federal anterior y al de Enrique Peña Nieto, sin respuesta.
Virginia García Hernández comentó que lleva un registro de cada explosión, que las ha documentado a las autoridades y que no hacen nada, incluso que funcionarios de la Profepa les han dicho que es una empresa limpia, que cumple con todos los parámetros.
Lamentó que durante la última y más grave de las explosiones, el gobernador Mariano González los mandó a golpear con sus granaderos, quienes les pagaron por igual a mujeres y niños, incluso hay persecución y demandas.
Reveló que Mazatepec estuvo más de un mes en estado de sitio, nadie podía salir con libertad, la policía estatal tenía el control de las calles y sin tomar en cuenta que las protestas eran porque la gente se está muriendo por la contaminación.
Confesó que había escuchado rumores, pero fue hasta que los médicos le detectaron un tumor y que se lo extirparon, además de que se le han desarrollado otros tumores en las mamas, fue hasta que hizo conciencia del peligro.
Rechazó que los habitantes de Mazapa hayan destruido la presidencia de El Carmen, ya que fueron hombres embozados, armados con garrotes del mismo tamaño y que fue gente ajena a la comunidad.
Como sea la represión no ha parado, pese a que esta planta registró severos problemas porque sus operaciones están prohibidas en otras partes del mundo, incluso mostró una denuncia que en su momento enarboló la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
LOS ANTECEDENTES LOS TIENE LA UAT
En el 2004, investigadores de la UAT iniciaron una cruzada de alerta ambiental, porque a inicios a principios de ese año se estacionaron en Tequexquitla, dos vagones con paradiclobenceno.
Fue definida como una sustancia altamente tóxica procedente de Delawere.
El compuesto volátil y potencialmente cancerígeno provenía de Matachem, una empresa norteamericana abandonada, y en quiebra.
En 1987, el gobierno de Estados Unidos incluyó a esa planta en lista de prioridades nacionales como uno de los tiraderos más peligrosos.
Las 320 toneladas de desechos de Metachen fueron importados por Clorobencenos, S.A, empresa mexicana que surte a todo el mundo al principal compuesto de las pastillas desodorantes de baño.
Francisco Giner en ese entonces subsecretario de Gestión Ambiental de la Semarnat dijo que “no se trata de comercio de residuos peligrosos, sino que se trata de comercio de sustancias químicas para uso industrial”.
Advirtió que el riesgo para la población no viene dado por el tipo de sustancia, sino por el manejo que se haga de la misma, porque hay muchas sustancias que son peligrosas comerciadas e importadas cotidianamente.
Juan Cuevas, exdirector de Clorobencenos, aseguró que la llegada de los contenedores es reciclaje industrial, era legal en México, negó que el uso de estas penetrantes pastillas produzca cáncer, aunque lo adviertan los empaques.
LA NIEBLA ASESINA NO PARA
Denunciaron que todos los días un paraje que se encuentra a media hora de Huamantla, se cubre de niebla, y no tiene nada que ver con el amanecer sino con el clorobenceno, parece niebla, pero no lo es.
“El líquido sale en la mañana, hay es un olor bien feo, bien temprano, hasta pica”, dijo un habitante de el Carmen Tequexquitla.
Antonio Vélez Carrasco, campesino de Mazapa dijo en su tierra de labor que no ha presentado problemas de salud importantes en los 20 años de la planta, pero el ganado sí se ha pasado a molestar, dijo.
“Como había agua de esa sucia, a los animales se les carcomían las pezuñas, se la tomaban y ee iba enflacando, enflacando hasta que al determinado tiempo, se morían”, comentó Antonio Vélez, otro vecino de Tequexquitla.
Los directivos de planta aseguran que la presencia de estos tanques no afecta la salud de los habitantes de El Carmen, pero los ecologistas advierten que les faltó presentar exámenes de dioxinas.
En 2002, la Agencia Federal de Protección al Ambiente de Estados Unidos dio a conocer que algunos productos de Metachem estaban contaminados con dioxinas, que provocan defectos de nacimiento, alteraciones hormonales y hepáticas.
“La producción de clorobencenos es fuente de dioxinas”, informó Fernando Bejarano, de la Red de Acción sobre Plaguicidas en México (RAPAM).
“Desde el punto de vista ecológico, lo es por su enorme toxicidad, si lo comparamos con el cianuro de sodio, es 150 mil veces más tóxico” informó Fernando Bejarano, Red de Acción sobre Plaguicidas en México (RAPAM).
Los habitantes de Tequexquitla consumen agua de pozos locales, el gobierno de Tlaxcala ha limitado a Clorobencenos el uso del material de los furgones hasta que compruebe que no son dañinos para la salud.
En agosto del 2011, alrededor de 500 personas de Tequequixtla se manifestaron frente a la Presidencia Municipal, y exigieron a las autoridades municipales, estatales y federales la clausura total de la empresa Clorobencenos.
Lo anterior porque se registró una explosión dejando un muerto y cinco lesionados por quemaduras de segundo y tercer grado.
La inconformidad de los pobladores ante la exigencia de su clausura, derivado de que es la segunda ocasión que registra explosiones —la otra fue en 2004—, sin embargo las quejas por la contaminación nunca se detuvieron.
Ahora la petición de los lugareños es que la Sesa investigue los efectos que ha causado la contaminación, pero más la gente expuesta y hasta los propios trabajadores, pero que se llegue hasta sus últimas consecuencias, exigen.
“Ya nos cansamos de que nos persigan, de que le den el lado a la empresa, que no queremos que la cierren, sino que la reubiquen, que nos atiendan en la salud y sobre todo que se pare este impune ecocidio que se comete al amparo y hasta con el beneplácito de nuestras autoridades corruptas”, concluyo.