CDMX.- 26 de mayo de 2017
Quiso salir de su vivienda sin que nadie se diera cuenta, pero los vecinos se enteraron de su “escapada fallida”, porque la joven de 15 años de edad quedó atorada en medio de dos edificios de Doctor Andrade, y gracias al apoyo de rescatistas fue sacada del estrecho hueco, y en su cuerpo llevaba las huellas del doble dolor: no lograr lo que intentaba y el posible regaño de sus padres.
Ayer en la referida colonia de la Delegación Cuauhtémoc, los gritos de la menor alertaron a vecinos y transeúntes; los ojos de la gente buscaban por todos lados de dónde provenía el llanto y el pedimento de auxilio. De pronto alguien observó que entre la división de dos edificios una persona se encontraba atorada y en la azotea ya se extendían unas manos para su rescate, pero sin poderlo lograr.
El ambiente se comenzó a sentir tenso, la menor no podía ser desatorada y la espera de socorristas se hacía eterna, hasta que finalmente llegaron y se dirigieron hasta la azotea en donde analizaron la forma de poderla liberar de entre los tabiques, varillas y cemento sin que la lesionaran más, porque ya presentaba varios raspones en el cuerpo y en momentos parecía se sofocaba porque sus pulmones estaban presionados.
Se le amarró de la cintura con un mecate; al tenerla asegurada dio inicio el levantamiento y la jalaron despacio, mientras que a escasos minutos se encontraban ya paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). A la menor se le fue indicando lo que tenía que hacer para evitar zafarse del lazo y cayera unos metros abajo y esto pusiera en riesgo su vida.
Los ojos de los curiosos que se encontraban abajo del edificio, no dejaban de observar la maniobra de rescate y no faltó quien asegurara conocer a la menor, y que este accidente fue porque al intentar salirse de su casa sin permiso, terminó por perder el equilibrio al estar entre las azoteas de los dos inmuebles y terminó por quedar atorada, pero vive para contarla.
Tras el tenso rescate, la jovencita fue subida a la ambulancia y se le trasladó al Hospital Magdalena de las Salinas, en donde se le realizaron varios estudios, sin que fuera internada, pues no tenía lesiones que pusieran en riesgo su vida.