28 de julio de 2017/Pedro Morales
Lo que inició como un bazar artesanal que se ubica en la Plaza Xicohténcatl cada fin de semana y que ha sido el detonante desde hace quince años del crecimiento turístico en la ciudad de Tlaxcala, a la fecha esta plaza pública ha sido lotificada por propietarios de restaurantes y artesanos, quienes han construido ilegalmente, para ampliar sus negocios.
Lo anterior fue denunciado por propietarios de negocios aledaños a la plancha de la Plaza Xicohténcatl, quienes explicaron que todo empezó con la instalación de artesanos de Tlaxcala y Puebla.
Margarita San Luis, Pérez, propietaria de una miscelánea, indica que esta situación fue aprovechada, casi desde antes que estuvo al frente de la alcaldía Joaquín Cisneros Fernández.
“Quería que el centro de Tlaxcala se pareciera a la Zona Rosa, por eso comenzaron a sacar las mesas fuera de los negocios, pero eso solo se permitía los fines de semana en los portales”.
Pero con el pretexto de las artesanías, los restauranteros aliados con algunos artesanos, fueron adquiriendo o rentando propiedades en los edificios de la plaza, pero al paso de los años y como nadie les dijo nada, se fueron ampliando.
Raúl Rojas Zambrano, vecino de la avenida Juárez, recuerda que todos los alcaldes priistas, pasando por Benito y Pedro Pérez Lira y el panista Adolfo escobar se hicieron de la vista gorda, nunca requirieron orden a los restauranteros.
“Sospechamos que es un buen dinero el que pagan de impuestos, debido a que han alterado el uso del suelo, y de ser una plaza pública, ha pasado a ser propiedad privada y no se sabe que beneficio obtiene el municipio”.
Si hay ingresos, eso no se sabe o si lo que han pagado, si es que pagan sus impuestos, se ha ingresado a la tesorería, indicaron que “llama la atención que es la hora que nadie los molesta, pese a que a todas luces se nota que se trata de un abuso en contra de la ciudad de Tlaxcala”.
Propietarios de negocios instalados en el portal grande, que pidieron reserva de sus nombres, dijeron que la medida no fue pareja para todos, porque en el mismo portal a quienes no eran restauranteros, nunca les han permitido sacar su mercancía.
Exigieron que el trato sea parejo, que se acaben los privilegios, que se meta orden, porque es claro que las edificaciones, macetas y todas las ocurrencias que se han colocado, son una aberración para la belleza arquitectónica de la colonial ciudad de Tlaxcala.
Indicaron que actualmente son entre 100 y 120 artesanos, aproximadamente, los que cada sábado y domingo expenden ahí sus productos, pero este bazar inició hace tres lustros con 50 artesanos, de los cuales muchos se mantienen ahí.
Por su parte el artesano Mauricio Ávila Olivares dijo que «no siempre ha sido fácil mantenerse en ese lugar, pero hablamos con las autoridades y nos ponemos de acuerdo para trabajar y quedar de común acuerdo para que se nos permita continuar».
El artesano hizo hincapié en que antes de que existiera el bazar, la ciudad capital en fin de semana lucía prácticamente desierta, «pero con la apertura del bazar empezó a venir la gente y se incrementó el turismo, se incrementaron los restaurantes y a la fecha estos negocios siguen funcionando».
Recordó que en el trienio de Cesáreo Teroba Lara, quien fue presidente municipal, «hubo un mal entendido a principios de su administración porque no nos permitía continuar ahí con el argumento de que no era bazar, sino tianguis y nos suspendió tres meses, pero hasta los mismos restauranteros pidieron su apertura porque disminuyeron los visitantes».
Los entrevistados coincidieron en señalar que ojalá y la alcaldesa Anabell Ávalos Zempoalteca acabe con los privilegios, que aplique la ley parejo “que no le tiemble la mano”, para meter orden.
También indicaron que este es un claro caso de negligencia y de responsabilidad por omisión por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), porque no ha hecho nada para proteger este lugar histórico del que ha sido despojada la ciudadanía impunemente, para beneficio de unos cuantos.