10 de agosto de 2017/redacciónn
El estado de Tlaxcala se mantiene como un “foco rojo” por la alta incidencia de origen, tránsito o destino de víctimas de trata de personas, delito que “no es denunciado y cuando se hace, existe una tendencia reclasificarlo a otros delitos como lenocinio, estupro, violación y otros delito”.
La alerta fue lanzada tras un informe del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República, presentado en el marco de la conmemoración del Día Internacional Contra la Trata de Personas.
Datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), indican que las ciudades mexicanas consideradas con mayor incidencia de trata de personas son Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Matamoros, Cancún, Tapachula, Acapulco, Ciudad de México, Tlaxcala, Puerto Vallarta, Los Cabos, Veracruz y Oaxaca.
Factores como la pobreza, desempleo, falta de acceso a servicios básicos, pertenencia étnica o racial, conflicto armado, entre otros, son los que facilitan que las mujeres y otras personas de determinados grupos sean más propensas a enfrentar esa forma de violencia.
Las nuevas tecnologías de la información como las redes sociales, han cobrado gran relevancia para los delincuentes y obtener más víctimas, pues se estima que en uno de cada cinco casos de trata de personas el internet está presente, mientras que el 50 por ciento de los delitos cometidos por esa vía se relacionan con pornografía infantil y la trata de menores de edad con fines de explotación sexual.
El reporte del IBD subraya que el estado de Tlaxcala destaca a nivel nacional e internacional como una de las entidades con los más altos índices de trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, en tanto que en Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca se registra la mayor cantidad de casos de niños y niñas tratados con fines de mendicidad.
A lo anterior se suma el hecho de que instituciones de derechos humanos o de investigación académica, tienen un acceso limitado a estadísticas oficiales disponibles sobre el fenómeno y estas se encuentra poco sistematizadas, lo que significa que en muchos estados de la República simplemente no hay información certera.