08/01/2018/Misael Nava Corona
Después de la peregrinación a San Miguel del Milagro, al Tepeyac, las compras para la cena de navidad, año nuevo y reyes, ahora se viene la peregrinación en Tlaxcala es a las casas de empeño.
Esos locales vistosos y llenos de productos nuevos y seminuevos, ávidos de tener nuevos dueños, relucientes y empaquetados para que muchos de ellos llegaran por ejemplo este 8 de enero a nuevas manos.
Pero así es el mexicano, y en ocasiones los tlaxcaltecas adquieren objetos o aparatos que no necesita, ya sea para alimentar su sed de consumismo o para estar a la moda.
Porque este nuevo ciclo apenas va comenzando, y ahora con la probable alza de la tortilla, el constante aumento de la gasolina, y los gastos diarios comparados con el raquítico salario mínimo, el 2018 amenaza el bolsillo de los tlaxcaltecas y en muchos casos no se puede más que recurrir a estas casas de empeño.
Se puede ver a padres de familia y público en general empeñar sus objetos, ya sea un electrodoméstico, o una joya para poder comenzar el año y poder sobrevivir a la cuesta de enero.
Los dueños de estos negocios manifiestan que es a finales de enero y principios del mes de febrero cuando ven incrementadas sus ventas hasta en un 70 u 80 por ciento según sea el caso, además de que el índice de recuperación de lo empeñado es aproximadamente del 60% del total de clientes, lo cual nos indica que poco más de la mitad logra recuperar su pantalla, su estéreo, incluso el anillo de boda y algunos hasta de graduación.
Así comienza este nuevo año, con la amenaza de incrementos, promesas electorales, alianzas, y todo enfocado a mejorar el estilo de vida de los tlaxcaltecas.