04/06/2018/Misael Nava Corona
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, se realizó el sexto Congreso Diocesano por el medio ambiente, organizado por la Comisión Diocesana de pastoral social, la pastoral de Derechos Humanos de la Diócesis de Tlaxcala y el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., con el objetivo de continuar el diálogo sobre el necesario y urgente cuidado del medio ambiente en la entidad, principalmente en la cuenca del río Atoyac-Zahuapan.
Al respecto la Dra. Regina Montero Montoya, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, dio a conocer que existe un daño genotóxicó debido a la contaminación del río, lo que ha ocasionado daños a la salud en los habitantes que viven cerca de la cuenca.
Montero Montoya, explicó que existen evidencias científicas acerca de los daños a la salud de la población, por ejemplo la capacidad de expulsión de los tóxicos, misma que se ha visto disminuida en niños de Tepetitla.
La investigadora sostuvo que realizó estudios que arrojan que la exposición crónica a niveles bajos de contaminantes puede afectar el desarrollo de los infantes e incluso que desarrollen enfermedades crónicas a temprana edad.
«Un estado oxidante elevado, y el daño genotóxico se asocian con envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares», informó la investigadora.
De acuerdo con un análisis elaborado por el Centro Fray Julián Garcés (CFGJ), con datos oficiales del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), de las 11 mil 95 empresas establecidas en el estado solo 86 reportan al RETC sobre sus emisiones contaminantes, lo que representa sólo el 0.77 por ciento del total.
El impacto que la exposición crónica de diversos contaminantes y sustancias tóxicas emitidas por todo tipo de empresas tiene sobre la población es un problema que debe atenderse de manera inmediata, refirió Alejandra Méndez Serrano, directora del CFJG.
Por estas razones es que es urgente e indispensable que las autoridades federales, estatales, y municipales entablen un diálogo abierto con las comunidades para llegar a una solución efectiva, evitar la pérdida de vidas y garantizar un futuro viable para las próximas generaciones.