22/06/2018/TLAXCALA
Para el próximo ciclo escolar 2018-2019, en las secundarias técnicas y generales, desaparecen los talleres; los maestros de éstos deben de convertirse en tutores y la evaluación será cada tres meses y no bimestral como actualmente sucede.
Lo anterior es resultado de la Reforma Educativa que a partir del siguiente ciclo lectivo, el Nuevo Modelo deberá aplicarse en su totalidad para consolidar estos cambios; por tanto, todas las escuelas técnicas y generales estan inmersas en el proceso de consolidar la Reforma el próximo ciclo escolar.
Al respecto el secretario de Educación Pública, Manuel Camacho Higareda, sostuvo que en Tlaxcala se tendrá que cumplir con esa disposición, por lo que serán los directivos los que realicen esas modificaciones. Sin embargo al ser cuestionado sobre qué pasará que los maestros que imparten los diferentes talleres, manifestó que cada una de su garantías laborales de estos profesores no serán violentadas, y se respetará cada una de ellas.
“Pedir que con mucho detalle nos lo platicaran los directores de nivel básico, pero podemos si garantizar que ningún docente se verá afectado por cualquiera de las innovaciones de la reforma”
Argumentó que esos talleres serán reemplazados de acuerdo a los criterios que se establezcan en los Consejos Técnicos, es decir, serán “clubes opcionales” para los estudiantes opinen que les gustaría aprender, y será así como se defina la actividad que se impartirá en las escuelas secundarias.
Los docentes que eran los responsables de los talleres, ahora se tendrán que enfocar en la impartición de los clubes de artísticas, artesanales o culturales, y algunos en asignaturas de tronco común como español y matemáticas.
De esta manera los talleres como soldadura, costura, carpintería, apicultura, electricidad, ganadería o veterinaria entre otros, desaparecerán los cuales han sido un complemento a la preparación académica de los alumnos, que al término de la secundaría podían realizar una de esas actividades como ayudantes de técnicos.
Así se pondrá fin a más de 50 años de educación técnica, que en muchas zonas rurales del país capacitó para un oficio a millones de estudiantes, y dignificó el trabajo de “maestros empíricos” y docentes con alguna especialidad.