Mismo diagnóstico, pero de otra forma.

TLAXCALA/16  /11/2018/Eduardo Fernández

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, presentó el miércoles 14 lo que denominó su Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018 – 2024 donde pretende la creación de una Guardia Nacional.

Durazo presentó lo más parecido a una especie de diagnóstico que nos dice lo que ya sabemos: la estrategia de endurecer leyes y desplegar miles de soldados, marinos y policías, como se realiza desde hace doce años, no ha funcionado. Pero el problema no es saber que las cosas no han funcionado, sino que se pretende realizar las mismas acciones para atender el tema de violencia, ah pero eso sí, la amnistía sigue figurando como parte central del mentado plan.

Luego de que el abogado de Joaquín Guzmán Loera, en una corte de los Estados Unidos, asegurara que tanto Calderón, como Peña Nieto recibieron financiamiento proveniente del narcotráfico, los reflectores voltearon hacia una sola pregunta que es obligada –aunque no para algunos– en relación al proceso electoral pasado: ¿cuánto dinero dio y a quiénes El Chapo? Porque seguro que ese fenónemo no fue exclusivo de los procesos donde resultaron electos Calderón y Peña.

No estoy afirmando que El Chapo siempre sabe dónde invertir, o que sabe quién ganará las elecciones; sino de algo más complejo: ¿en qué otros procesos electorales ha participado Joaquín Guzmán Loera como mecenas?

Lo que para el tema de seguridad y paz, nos da pie para hablar de cómo es que será la relación del electo con los grandes capos del crimen organizado en nuestro país, es iluso creer que a partir del 1 de diciembre, ya van a portarse bien y serán buenos ciudadanos.

La amnistía, desde un inicio fue un tema controversial, sobre todo porque nunca aclararon de forma sucinta quiénes sí y quiénes no se verían beneficiados de ésta. ¿Por qué Andrés Manuel no ha fijado postura en torno a las declaraciones del abogado de El Chapo?

La amnistía va, al menos eso es lo que parece, pero lo que no han explicado es, de los investigados dentro y fuera de la administración pública que se relacionan con el narco, ¿quiénes se van o se quedan?

Parece justo tener el mismo diagnóstico, y las mismas estrategias –aunque de otro modo– cuando todo seguirá igual.

Ojalá el electo y su equipo den mejores mensajes a la ciudadanía, ojalá brinden certidumbre a quienes no la tienen, ojalá que las soluciones no sigan siendo las mismas.

 

 

 

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