CDMX/ 23 /01/2019
Mientras por segundo día familias excavaron en busca de evidencias junto al ducto de Pemex que explotó el 18 de enero en la localidad de San Primitivo, situada junto a la carreta Tlahuelilpan-Tlaxcoapan, donde el Ejército identifica la operación de ordeñadores de combustible, el precio de la gasolina robada en el municipio se incrementó 70%, de 10 a 17 pesos.
Las estaciones de servicio en la región no han logrado estabilizar el abasto de combustible. Sólo el sábado estuvo abierta la gasolinera de Atitalaquia, a unos metros de la desviación que conecta con el Arco Norte.
No obstante, la Magna, que era la única disponible, se acabó a las 9:50 de la mañana, cuando aún había automóviles en fila. El precio por litro era de 18.4 pesos.
Para comprar huachicol es necesario hacerlo a través de un contacto, que debe ser un comprador al que el vendedor del combustible extraído de manera ilegal conozca.
El hidrocarburo lo guardan en bodegas y locales, pero la garrafa con los litros pactados en la compra es enviada a domicilio.
El domingo, a las 11:44 horas, cuando peritos habían reingresado para hallar posibles pruebas en el terreno, de donde levantaron 63 cuerpos –seis completos y 57 con algún grado de carbonización– la mañana del sábado, la Policía Estatal descubrió una toma clandestina, en la localidad de Cerro de La Cruz, en el mismo municipio de Tlahuelilpan. Aunque no había fuga, detectaron evidencia de perforación en el ducto, lo que sugería que la ordeña de la gasolina seguía después de la tragedia.
En lo que va 2019, Hidalgo se colocó, con 164, como la entidad con más tomas clandestinas detectadas en los ductos de Pemex y en el municipio de Tlahuelilpan, donde fue la explosión el pasado viernes, se han descubierto -del periodo de 2016 a 2019- un total de 70.
Este lunes, los pobladores, incluidos voluntarios y familias que buscan evidencias para reconocer a sus posibles muertos, así como quienes tienen a desaparecidos, continuaron con su propio “peritaje”, al excavar con palas y picos de madera, después de que el personal de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo se retirara la tarde del domingo, tras argumentar que habían acabado con el levantamiento de pruebas, pese a que ellos replicaban que posiblemente en la canaleta había indicios, pero que tenían que cavar para verificarlo.
“La gente dice que los del pueblo somos huachicoleros, pero no es así”, señaló Carmen Contreras, tía de Víctor Gutiérrez Olguín, un comerciante de ganado de 29 años que murió calcinado y cuyo sepelio se llevó a cabo este domingo.
Otra mujer, que pidió no ser identificada y busca a su cuñado desaparecido, remarcó que en el lugar había personas que no están vinculadas con el huachicoleo.
“Aquí se trabaja el campo, la alfalfa. Esta parte de Tlahuelilpan, Tlaxcoapan, trabajan las cajas de ataúdes. Conocemos a personas que se dedican a eso. Sus cajas según las llevaban a Querétaro. ¿Con qué gasolina iban a ir?”, cuestionó.
Las víctimas, insistió, se enteraron por mensajes de Facebook: “No venían a robar, les dijeron: ‘están regalando (gasolina)’. No saben que ya tenemos muchos, muchos días sin gasolina en toda esta parte. Se habla de más de dos semanas”.