¿Dónde está Iker?

CDMX/ 24/01/2019

El domingo 20 de enero, Iker Ernesto Martínez Amaro, de tres meses de edad, fue arrebatado mañosamente de las manos de su inocente madre, en la Unidad Habitacional Mirasoles, que se encuentra en la calle Unidad Nacional, esquina con Anillo Periférico, en la alcaldía Iztapalapa.

Melani Amaro, una niña que se convirtió en madre con tan solo 14 años de edad, explica, con lágrimas en los ojos, que una mujer de alrededor de 30 o 35 años, le robó a su recién nacido después de manipularla con mentiras.

La pequeña, originaria de San Andrés Tlalamac, Estado de México, cuenta que hace tres meses, cuando dio a luz a Iker, decidió juntarse con su “esposo” Ernesto Martínez, quien también es menor de edad y, para subsistir, ambos decidieron iniciar un negocio de venta de tacos de cecina que ubicaron en la avenida Calle 11, esquina con Tláhuac, a tan solo unos kilómetros del lugar donde le robaron a su hijo.

Era casi la una de la tarde cuando una mujer, que nunca se identificó, se acercó al negocio para comprar un par de tacos como lo había hecho en dos ocasiones anteriores.

Ernesto y Melani la atendieron normalmente y entablaron una conversación casual con ella. Melani usualmente colocaba a su niño en una cajita a su lado mientras despachaba, y en momentos lo cargaba para evitar su llanto; ese día lo cargó. Melani apenas alcanza el metro y medio de altura, por tanto, el humo que su asador producía llegó directamente a la cara del bebé causándole molestias, al notar esto, la ladrona le ofreció a Melani regalarle una carriola para que el niño se sintiera “más cómodo”.

La niña, de escasos recursos, accedió al ofrecimiento de la mujer, quien le dijo que debía acompañarla hasta donde ella vivía para que su esposo les entregara dicha carriola.

Ambas caminaron por la avenida Tláhuac en dirección al sur y doblaron hacia la derecha en el entronque con Periférico.

Durante ese lapso de tiempo, Melani llevó a Iker en sus brazos, pero al llegar a la Unidad Habitacional Miraflores, después de casi una hora y media de caminata, el cansancio venció a la niña de catorce años y por unos minutos entregó a su bebé a la mujer.

Pasearon por la unidad. La ladrona insistía en saber los datos del bebé, y para ganar la confianza de la madre, le platicaba asuntos personales y familiares.

Hacía llamadas a su supuesto esposo y explicaba: “ya ven a recogerme. Trae la carriola grande contigo, esa le vamos a regalar.”

Melani empezó a sentir mareos, pues no está acostumbrada a caminar tanto. La sustractora notó a la niña de catorce años cansada, le ofreció comprarle un jugo, y le dijo que tenía que ir ella misma a conseguirlo a una supuesta tienda en la esquina siguiente.

Melani caminó unos cuantos pasos, hacia la dirección que la mujer le indicó y esos pasos bastaron para que, al voltear atrás, su hijo y la mujer desaparecieran.

A dos días de la desaparición de Iker Ernesto, la familia Rodríguez cuenta a La Prensa que el apoyo que han recibido de las autoridades ha sido significativo, sin embargo, les preocupa no volver a ver al recién nacido ya que vecinos de la zona afirman que no conocen a una mujer con las características de la sustractora, y que en el lugar es común la delincuencia y el robo de menores.

Si tienes cualquier tipo de información de utilidad sobre el paradero de Iker Ernesto Martínez Amaro, comunícate con Yair Rodríguez, al número: 55 16 90 01 12, o bien, con la señora, Maribel Rodríguez, al número: 55 27 59 63 77.

 

 

 

 

 

Pincel de luz, usa cookies estrictamente necesarias, así como otras tecnologías similares, para poner en funcionamiento este sitio web y brindarle una mejor experiencia de usuario. Aceptar Leer más