31/01/2019/TLAXCALA/Misael Nava Corona/Fotos Jorge Lezama
Fue minutos después de las 11 de la la mañana que el jefe del Ejecutivo Federal acompañado del Gobernador del Estado, arribó al recinto ferial, lugar destinado para que se efectuara la entrega de Programas Integrales de Desarrollo.
Cabe resaltar, que en el presídium donde estuvo además del Presidente, el Gobernador del estado, Marco Antonio Mena Rodríguez; la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, y la presidenta municipal de Tlaxcala, no hubo otros funcionarios.
Por otra parte la delegada federal, Lorena Cuellar Cisneros, minutos antes del arribo de López Obrador, se paseaba por los vallas que a manera de pasillos separaban unos asistentes de otros.
Incluso trascendió que una legisladora de la bancada de Morena, no se le habría permitido el paso al lugar para presenciar el evento.
Y es que este evento fue para la gente, para el pueblo tlaxcalteca, no había funcionarios al frente, incluso el dirigente estatal de Movimiento de Regeneración Nacional, Joel Molina, estaba hasta atrás, fuera del espacio del domo blanco, como todos los que le acompañaban.
Ahí en el domo blanco, en el que, además de la prensa, tanto local como nacional, estuvo el pueblo, la gente, que con vítores y aplausos recibió al titular del Gobierno de la Cuarta Transformación, al presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Quien al dirigirse a los tlaxcaltecas habló respetuosamente del gobernador Marco Antonio Mena, de quien resaltó su disposición y apoyo, y por su parte, el Ejecutivo local hizo lo propio al manifestar la disposición de su administración para trabajar conjuntamente con el Gobierno Federal.
Nuevamente, el domo blanco lució lleno, abarrotado y mas allá, como si de un concierto se tratara, pues hasta adelante muy cerca del presidium, estaban adultos mayores, personas con discapacidad, entre otros.
Ahí no había funcionarios, estaba el pueblo, la gente que admira y pide al presidente, que se acabe la corrupción, los abusos y la injusticia.
Pero también, asistieron grupos integrados por docentes o trabajadores de la educación que pedían ser escuchados y que expresaron fueron cesados luego de la evaluación educativa, a la que algunos o muchos según sea el interés, llaman punitiva.
También se manifestaron personas de Ixtenco, quienes expresaron su repudio por el alcalde de ese municipio.
Hicieron lo propio, las trabajadoras de las estancias infantiles, quienes se quejan que se les ha recortado el 50 porciento del recurso, lo que señalan, afecta directamente a los pequeños y a los bolsillos de los papás.
Todos ellos se hicieron escuchar entre gritos y expresiones de desaprobación al Ejecutivo local, siendo ensordecedor en algunos momentos.
Tal fue la expresión de estos grupos que el Presidente, hizo una breve pausa en su mensaje para pedir respeto por el Gobernador, e incluso, pidió un aplauso para él por su disposición y colaboración con su Gobierno y la llegada de la Secretaría de Cultura a la entidad.
Así, entre porras, gritos, silbidos, aplausos, gritos, y pancartas, se efectuó la primera visita a Tlaxcala del ahora Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.{
Y, al finalizar su intervención en donde refrendó sus compromisos, no sólo se despidió, amenazó con regresar a tierras tlaxcaltecas, adelantó que regresará para vigilar que el recurso sea usado para lo que fue destinado, para apoyar a la gente… ahí entre la gente que lo eligió exclamó con fuerza: ¡Vamos juntos a transformar a Tlaxcala! ¡Viva Tlaxcala!.