EN EL OLVIDO TEMPLOS DAÑADOS POR EL SISMO DE 7.1 DESDE HACE DOS AÑOS

EN EL OLVIDO TEMPLOS DAÑADOS POR EL SISMO DE 7.1 DESDE HACE DOS AÑOS

TLAXCALA/ 19 /09/2019/Pedro Morales/Fotografía Jorge Lezama

El sismo de 7.1 grados registrado hace dos años, dejó profundas y dolorosas huellas en Tlaxcala que siguen abiertas y sangrando, sobre todo en la credibilidad de las autoridades federales, en especial de funcionarios de la delegación estatal del Instituto nacional de Antropología e Historia (INAH), que a dos años del fenómeno no ha podido restaurar lo dañado.

Tlaxcala registró daños menores y sin pérdidas humanas, publicó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

El Anexo Estadístico ‘Reconstrucción de daños por los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017’, que contiene los datos oficiales de las entidades afectadas por este fenómeno natural, precisó que en Tlaxcala el registro de daños fue en escuelas, viviendas e iglesias.

Es el caso de emblemáticos templos de Tlaxcala,  que además de ser remansos de paz para el alma, durante siglos han sido lugar del fomento de las creencias religiosas y que algunos desde ese entonces no han sido ocupados, ya que se encuentran cerrados al culto por el peligro que representan,

En un recorrido realizado esta mañana por PINCELDELUZ en algunos de los templos dañados, aún permanecen escombros, como si el temblor fuera reciente o acabara de ocurrir, nidos de gorriones ya anidaron en las grietas de las cúpulas, lo mismo que las palomas que crían a sus polluelos en lo alto de las torres agrietadas.

En Nativitas fue afectado el templo de La Natividad y en Tepeyanco el de San Francisco de Asís, en este emblemático templo, su fachada luce fragmentada y severamente dañada, incluso se recuerdan esas enormes grúas con las que bajaron de lo alto de la cúpula la lamparilla que muy dañada permanece en el suelo.

En ese lugar se llevará a cabo este día una ceremonia y celebración de un simulacro, dos bocinas muy potentes se han colocado a los lados de los restos de la estructura y se han colocado mantas para la ceremonia donde la autoridad municipal va en busca de reflectores, pero sin dar resultados.

Solo en el templo hay dos personas, al parecer son empleados del INAH, pero los vecinos comentan que desde hace años no se hace nada, es más ya en la cúpula muy dañada crecen plantas y el abandono es evidente.

Solo se ha pintado la reja perimetral, para dar la impresión de que se trabaja, incluso hay fotografías donde se ilustra la restauración que no llega e incluso restos del templo que se desprendieron durante el sismo permanecen en donde cayeron, como se puede aprecian en los registros fotográficos.

En la ciudad de Tlaxcala, las espigadas torres churriguerescas de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán siguen apuntaladas y sin movimiento alguno, ya hasta la madera de los andamios ha cambiado de color y existe el temor de que otro temblor cause un daño irreparable, por falta de atención de los responsables de la restauración que se ha detenido totalmente.

En el templo de San Dieguito el tiempo se detuvo, las grietas y el daño a la estructura hace pensar que es irreversible, dicen los vecinos del INAH que llegó personal del INAH, pusieron sus andamios y nunca más regresaron.

Ahí el templo se sostiene como con alfileres, ya que de ese tamaño es el daño estructural.

No se ha visto a nadie trabajando desde hace dos años, hay lonas colocadas en el atrio del templo, ahí eran celebradas las misas en memoria del sacerdote Rubén García Badillo, pero ya fueron suspendidas, según se informa en un letrero colocado en el lugar. Pero todo sigue igual y de la restauración, “ni sus luces”, rematan los vecinos.

Mientras que en el templo de San José, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Tlaxcala el panorama no es diferente, si bien ya se han retirado los andamios del frente, en el interior sigue el daño.

El abandono del INAH es de tales dimensiones que como se observa en las fotografías de Jorge Lezama, hay muros sostenidos con cinta adhesiva y hasta ya nació un árbol que cada día crece en lo alto de la agrietada cúpula y tampoco se tiene fecha cercana para abrir otra vez estos templos al culto religioso.

EL SISMO GOLPEO IGLESIAS, ESCUELAS Y A LA MALINTZI

En Tlaxcala son 80 iglesias las que presentaron afectaciones, y que son las de Tepeyanco, Ixtacuixtla, Nativitas y la de San José, en la ciudad capital, las que presentan mayores daños, por lo que las autoridades estatales trabajan en coordinación con el INAH para realizar los dictámenes correspondientes y, de ser posible, se acceda a recursos de los seguros contratados.

En Tlaxcala, al igual que en los estados circunvecinos, se volvió a sentir la furia de la naturaleza.

El terremoto fue violento, interminable, desquiciante y aterrador.

Ocurrió a las 13:14 horas, justo a la salida de las escuelas, en las oficinas, en las fábricas y en los negocios pero, sobre todo, en los hogares el golpe fue brutal y contundente.

Se activaron los protocoles de protección civil a nivel estatal y en los 60 municipios, el saldo preliminar fue saldo blanco, no había derrumbes y lo más importante no había víctimas humanas en el primer momento.

Sin embargo, a medida que llegaban los reportes, crecía la emergencia y la incertidumbre, como en el caso del Hospital general de SESA en Tlaxcala, ubicado -por cierto- muy cerca del Centro Histórico de Tlaxcala.

Tras la sacudida y en una primera inspección se detectaron grandes grietas, que hacían temer un derrumbe inminente del edificio con una antigüedad de más de 70 años. el temor era el desplome de un momento a otro.

La Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) estableció un plan de acción con recorridos de inspección en todo el estado, para identificar posibles daños estructurales en casas habitación, edificios públicos e iglesias.

Por su parte, el vocero de la Diócesis de Tlaxcala, Cristóbal Gaspariano Tela informó que son cuatro los templos que sufrieron afectaciones en la entidad luego del sismo de 7.1 en la escala de Richter que se originó en el estado de Morelos.

Gaspariano Tela indicó que en la capital del estado fue la iglesia de San José y la de Ocotlán las que se vieron más afectadas, mientras que en Nativitas fue el templo de La Natividad y en Tepeyanco la de San Francisco de Asís.

Debido al riesgo que representan para los católicos, se mantendrán cerrados mientras los especialistas en el área realizan un dictamen los problemas y las fallas. Por lo tanto se suspende toda actividad religiosa al interior de estas cuatro iglesias que sufrieron afectaciones por el temblor de este martes.

Se tienen 80 reportes de posibles daños a estructuras que ya están siendo valoradas, entre las cuales se encuentran casas habitación con daños menores.

También dio a conocer que 57 iglesias presentaron algún daño, como es el caso de las de San Lucas Tlacochcalco, perteneciente a Santa Cruz Tlaxcala; Ocotelulco, en Totolac y San Jorge Tezoquipan, en Panotla, así como en los municipios de San Pablo del Monte, Tetlanohcan, Zacatelco, Acuamanala y Xicohtzinco.

Feligreses de Santa María Atlihuetzía reportaron daños al interior del exconvento, donde se hacían los preparativos para importante ceremonia a realizarse el próximo sábado y domingo en honor de los Tres Niños Mártires: cayeron escombros y piedras que causaron destrucción de los altares que ya se preparaban.

La CEPC reporta que la fachada principal de la Capilla de Nuestro Señor del Vecino presenta daños y cuarteaduras, así como la Iglesia de la comunidad de Santa María Acuitlapilco.

De estas iglesias, 13 registran daños mayores y las más afectadas en su estructura son las de Tepeyanco, Ixtacuixtla, Nativitas y San José, ubicada en la capital del estado.

Es por ello que la CEPC recomienda a las autoridades eclesiásticas suspender las actividades hasta que se realice una valoración de su estructura para así evitar poner en riesgo a los asistentes a los templos.

También se reportaron daños en un inmueble en la colonia El Sabinal en la ciudad de Tlaxcala, y en La Malintzi, a la altura del municipio de Ixtenco, donde se registró un derrumbe.

Mediante los recorridos de la CEPC, se detectaron daños en la fachada de la parte posterior del Palacio de Gobierno, sobre Avenida Lardizábal; la caída de una marquesina sobre dos vehículos en Avenida Lira y Ortega, y en el interior del Centro de Convenciones se registró la caída de cristales y desprendimiento de plafones.

El temblor provocó un derrumbe de grandes dimensiones en lo alto de la montaña de la Malintzi, toneladas de arena y rocas se precipitaron con gran estruendo; el alud causó alarma entre la población.

Los efectos de este deslizamiento de tierra causaron que se taparan siete veneros que alimentan de agua a la comunidad de la ranchería “Los Pilares”, sus más de dos mil 400 habitantes se quedaron sin el suministro de agua.

El problema se agudiza para las familias de este lugar, ya que no cuentan con un pozo de agua potable, aunque ya perforaron más de 360 metros para encontrar el agua, pero el pozo sigue sin equiparse.

El expresidente de comunidad, Francisco Márquez Carmona explicó que, tras el estruendo, la polvareda y el susto por el temblor, al cabo de una hora, dejó de fluir el agua rodada que baja por inercia de siete manantiales y que es fuente de abastecimiento de agua para todo el pueblo.

El gobierno de Tlaxcala, a través de su Coordinación General de Ecología, reconoció que hubo afectaciones en  el suministro de agua en las comunidades de Ixtenco y Pilares, por lo que personal de la CGE, de la Comisión Nacional del Agua y pobladores supervisaron la tubería y retiraron algunas ramas que obstruían la circulación del agua.

Como medida preventiva, la dependencia determinó restringir el paso hacia esta zona, a fin de garantizar la seguridad de los paseantes y lugareños ante el posible reblandecimiento del suelo.

Una serie de socavones y hundimientos de tierra, a lo largo de 300 metros sobre la prolongación de la avenida Reforma, en el Pueblo Mágico de Huamantla, tiene alarmados a los habitantes de tres colonias en la periferia.

Vecinos que viven sobre esa avenida, como es el caso de Julio García, comentan que tienen la sospecha de que se trata de una falla geológica, aunque este fenómeno de los hundimientos corre paralelo a una obra de drenaje y puede ser que exista un mal acabado.

Indicó que, luego del temblor del martes pasado, notaron que hay más hundimientos que se abren en forma de socavón, pero nadie hace nada y los vecinos ya colocaron piedras pintadas con cal, para prevenir a los automovilistas.

Otra preocupación de los vecinos ocurre porque esta serie de hundimientos corre paralela a la vía del ferrocarril y temen que, al perderse la tierra en lo profundo, ocurra una desgracia mayor.

Comentaron que son más de medio centenar de estos socavones, algunos de unos cuantos centímetros de circunferencia, otros de mayores dimensiones y la preocupación es creciente. Ante la negligencia del ayuntamiento que encabeza el edil intervenga el gobierno del estado.

Hace dos años, entre los dos sismos de septiembre, se registraron más de siete mil réplicas, lo que desencadenó afectaciones en más de 400 municipios, incluyendo a los de Tlaxcala.

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