TLAXCALA/ 5 /12/2019
Con la finalidad de preservar el patrimonio turístico de los bosques de la región de Nanacamilpa y Calpulalpan, la Legisladora Maribel León Cruz, propuso declarar las zonas de avistamiento de las luciérnagas “Patrimonio Cultural Natural Inmaterial del Estado de Tlaxcala.
En la propuesta presentada en la sesión de este jueves, León Cruz consideró necesario que el Poder Legislativo contribuya en la conservación de la especie endémica de las luciérnagas,
“Para seguir preservando el patrimonio turístico de la región, es necesario ser congruentes con el medio ambiente y preservar esta zona natural con las características que tienen los bosques de Nanacamilpa y Calpulalpan, por lo que se requiere de un trabajo coordinado, esfuerzo y corresponsabilidad tanto de las autoridades como de las instituciones”, agregó.
Y es que además dijo que en México existen auténticos santuarios naturales ricos en biodiversidad, por lo que no se puede dejar pasar la oportunidad de preservar las zonas de avistamiento de Luciérnagas que tiene Tlaxcala y que durante los meses de junio, julio y agosto, al caer la noche, ofrecen un espectáculo natural de luz único en su tipo.
La importancia de su preservación, abundó, radica en que en el mundo existen solo dos países donde las luciérnagas se reproducen en grandes cantidades: uno de ellos es México, en el Estado de Tlaxcala y el otro en Nueva Zelanda.
En otro orden de ideas, el Pleno de la LXIII Legislatura Local, aprobó el acuerdo de las comisiones unidas de Fomento Agropecuario y Desarrollo Rural y de Salud, por el que esta Soberanía no se adhiere al exhorto hecho al Titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Víctor Villalobos Arámbula y al Director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) Francisco Javier Trujillo Arriaga, para que promuevan los protocolos sanitarios para que los ganaderos mexicanos puedan exportar a otros países, ganado de registro en pie, semen y embriones.
Lo anterior, lo justificaron en el hecho de que dicha actividad está debidamente normada y se tiene conocimiento de que se da cumplimiento cabal a los requisitos para la exportación de ganado, pero que muchos de los requisitos no dependen exclusivamente de nuestro país, sino de los países a los que se pretende exportar, requisitos que deben cumplirse a cabalidad en pleno respeto a la soberanía y las buenas prácticas pecuarias para evitar zoonosis y daño a los animales pero principalmente de la población de los países que importan.