Los santos tres “Niños Mártires” de Tlaxcala para el mundo
TLAXCALA/23/SEPTIEMBRE/2020/Pedro Morales
Especial
El Papa Francisco canonizó en Roma, el 15 de octubre del 2017, a los “Niños Mártires de Tlaxcala”: Cristóbal, Antonio y Juan; esto ocurrió después de 25 años de su beatificación por san Juan Pablo II; fueron propuestos de nuevo al mundo como modelo de santidad, al testimoniar su fe en la tarea evangelizadora hasta dar su vida.
La ceremonia de canonización tuvo lugar en Roma, tras ser beatificados en mayo de 1990, por san Juan Pablo II en la basílica de la Virgen de Guadalupe, en México.
El visto bueno del Papa para la canonización de los niños mártires tuvo lugar en abril de ese año, durante un consistorio ordinario de cardenales.
Los nuevos santos mexicanos fueron canonizados junto a los beatos André de Soveral y Ambrosio Francisco Ferro, presbíteros, y Mateus Moreira y otros 27 compañeros, martirizados en 1645 en Río Grande do Norte en Brasil.
También fueron elevados a los altares Faustino Miguez, sacerdote escolapio, fundador del Instituto Calasancio de las Hijas de la Divina Pastora, y Angelo de Acri, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.
Fue el ex obispo de Tlaxcala y actual arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón quien le entregó al Papa un cuadro con la imagen original de los Santos, obra del desaparecido muralista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin, que a final de cuentas se convirtió en la imagen oficial de los tres nuevos santos tlaxcaltecas.
TIEMPOS DE EVANGELIZADORES: EL MARTIRIO
Los primeros mártires de la evangelización en México son tres niños tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, de edades comprendidas entre los 12 y 13 años. Se convirtieron al cristianismo tras escuchar la predicación del Evangelio realizada por frailes franciscanos y dominicos.
Gabriel Alcantarilla Sánchez, presidente de la Comisión Diocesana Pro-Canonización y Rubén Rodríguez Balderas de la Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica refieren que Cristóbal nació en el poblado de Atlihuetzía hacia 1514.
A los 13 años se convierte a la fe católica, y al decir el niño a su padre, el cacique Axotécatl, que debe dejar su mala conducta y hacerse cristiano, éste lo apalea y arroja al fuego en 1527.
Su madre Tlapaxilotzin lo rescata y Cristóbal pasa toda la noche en agonía.
A la mañana siguiente, su padre vuelve y el niño le dice: “Oh padre, no pienses que estoy enojado contigo. ¡Estoy muy alegre porque me has hecho más honor que heredándome tu señorío!”.
Antonio (nieto de Xicohténcatl, cacique principal de Tlaxcala) y su paje Juan, nacieron en la población de Tizatlán en 1516.
En 1529 se ofrecen a ir como misioneros a evangelizar Oaxaca, y cuando fray Martín de Valencia les dice que es muy peligroso, le responden: “Y si Dios quisiera el sacrificio de nuestra vida, ¿por qué no la sacrificaremos por Él? ¿No mataron a san Pedro, a san Pablo, a san Bartolomé por Dios? ¿Por qué no moriremos nosotros por Él, si así fuera su voluntad?”.
Pocos días después fueron muertos a palos cuando estaban destruyendo ídolos en la población de Cuauhtinchan, en 1529.
BEATOS EN 1990
En 1541 el franciscano fray Toribio de Benavente (conocido como Motolinía) escribe el relato del martirio de los niños, en su Historia de los Indios de la Nueva España, tratado III, capítulo IV.
A lo largo de casi cinco siglos se ha conservado la memoria de los santos niños en más de 80 obras escritas, casi todas en español, pero también en náhuatl, italiano, inglés y francés, y recientemente en portugués y en polaco.
Existe además abundante iconografía, Su efigie está cincelada en una cruz de plata hecha en la Nueva España en el siglo XVI, que actualmente se encuentra en la catedral de Palencia, España.
En 1982, el primer obispo de Tlaxcala, Luis Munive y Escobar, introdujo la causa de beatificación.
Fueron beatificados por san Juan Pablo II en su segundo viaje a México, el 6 de mayo de 1990, en la Basílica de Guadalupe.
A partir de ese año, se celebra la fiesta diocesana el 23 de septiembre. En 2012, en la Ciudad de Guanajuato, el Papa Benedicto XVI los propuso como modelos de vida cristiana para todos los niños de México.
NUMEROSOS FAVORES
En 2013, el tercer obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, refuerza el trabajo de la Comisión Diocesana Pro-Canonización, poniendo al frente de ella al presbítero Gabriel Alcantarilla Sánchez, así se inicia así la fase diocesana del proceso de canonización.
En esta fase se recogieron más de dos mil favores solicitados a Dios por intercesión de los niños, así como más de 50 concedidos; entre ellos, 13 curaciones consideradas extraordinarias. Destaca el caso de dos jóvenes hermanas que cayeron de 15 metros de altura.
En septiembre de 2014, El ex obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón erige el Santuario de los Niños Mártires y decreta un año jubilar para celebrar el V Centenario de su nacimiento.
Se multiplican las iniciativas para dar a conocer y venerar más a los Niños, en las más de 70 parroquias y los siete decanatos de la diócesis. En ese año más de 30 mil peregrinos acudieron a su Santuario.
En 2015 se publican diez mil ejemplares del libro Beatos Niños Mártires de Tlaxcala, Cristóbal, Antonio y Juan, Protomártires de América, y cien mil ejemplares de un polidíptico con el mismo título.
A la clausura solemne del Año Jubilar acudieron más de 40 obispos mexicanos. El Papa Francisco envió una afectuosa felicitación. Existen ya tres himnos compuestos en su honor.
En noviembre de 2015, la Conferencia del Episcopado Mexicano los declaró Patronos de la Niñez de México. En mayo del año siguiente, el patronazgo es confirmado por la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.
FASE ROMANA
Concluida la fase diocesana del proceso de canonización, se inicia la fase romana. El ex obispo de Tlaxcala nombra postulador en Roma a Fray Giovangiussepe Califano O.F.M., y vicepostulador de la Causa en México al presbítero Rubén Rodríguez Balderas, de la prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei.
A su vez, el Padre Califano designó como vicepostulador en Roma a fray Luis Martín Rodríguez Muñoz O.F.M.
Comenzaron así 14 meses de arduo trabajo, a fin de enviar al postulador lo más importante de la abundantísima información recogida en México: la historicidad del martirio de Cristóbal, Antonio y Juan; la devoción del pueblo de Dios hacia los niños; su abundante iconografía; los miles de favores pedidos a Dios por su intercesión y los centenares de favores concedidos, entre ellos 13 extraordinarios; la trascendencia que han tenido los niños en la vida civil de Tlaxcala y en la vida académica del país; y su conocimiento y devoción en otros países americanos, europeos y africanos.
Con toda esa información se preparó en Roma la Positio super Canonizatione, de más de 400 páginas, que pudo entregarse a la Congregación para las Causas de los Santos en enero de 2017, para ser estudiada concienzudamente por la comisión de cardenales, que comunicarían sus conclusiones al Papa Francisco.
El 21 de marzo, en sesión ordinaria, los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos valoraron la Positio super canonizatione de los Niños Mártires y su juicio fue positivo.
Así lo comunicaron al Papa Francisco, quien pudo ratificar esa decisión y autorizar la canonización. La anhelada declaración pontificia llegó el jueves 23 de marzo de este año. De inmediato la noticia corrió por todo el mundo.
El jueves 20 de abril, en el Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco presidió el consistorio ordinario público en el que se anunció la canonización de los beatos en la plaza de San Pedro tal y como ocurrió el pasado 15 de octubre.
El viernes 28 de abril, en la CIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Francisco Moreno Barrón, ahora arzobispo de Tijuana, comunicó la noticia a todos los obispos de México.
IMPACTO EN LAS FAMILIAS
La canonización de los niños mártires de Tlaxcala “podría tener un profundo impacto en las familias”, ha asegurado Moreno Barrón, que fue hasta hace apenas con medio año obispo de Tlaxcala, y encabezó durante los últimos años el esfuerzo por llegar al final de esta causa de canonización.
En su opinión, la canonización de los niños mártires mexicanos “es un momento de gracia, de bendición para la Iglesia universal”, y una llamada a que “valoremos la familia como un don de Dios”.
El arzobispo de Tijuana ha manifestación también: “espero que en otros países, como en el Perú, Estados Unidos, en donde quiera, sean también promovidos como patronos de la niñez en estos tiempos tan difíciles en que los niños son golpeados, abusados, en que falta realmente un respeto integral y una promoción de los mismos en la iglesia y en la sociedad”.
DISPUTAN ATLIHUETZÍA Y TIZATLÁN SANTUARIO DE NUEVOS SANTOS DE LA IGLESIA
Los nuevos santos de la iglesia católica Cristóbal, Antonio y Juan, “Protomártires de América”, tendrán una estatua que será presentada por el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, a su regreso del Vaticano.
En tanto, se mantiene pendiente la decisión del jerarca de la grey donde será edificado el Santuario de los Niños Mártires, en las comunidades de Tizatlán o Atlihuetzía, este ultimó propuesto en su momento por el ex obispo Francisco Moreno Barrón, promotor e impulsor de esta canonización.
El alcalde de Yauhquemehcan, Francisco Villareal Chairez comentó “ahí en Atlihuetzía estamos llevando a cabo un plan de desarrollo apoyados por el estado, para que se construya el nuevo Santuario que será el lugar donde serán venerados los Niños Mártires”.
Señaló que el proyecto va ir avanzando conforme se vayan dando los acontecimientos puesto que no nada más se habla de Atlihuetzía, hay otras comunidades donde celebran a los Niños Mártires.
Creemos que el Santuario se construirá ahí en Atlihuetzía y se está llevando a cabo con gente de la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi) que va avanzando en el proyecto, al igual que con nosotros con la Dirección de Obras Públicas”, indicó.
Sobre la petición de la comunidad de Tizatlán donde han donado un terreno, para que ahí se construya el Santuario de los nuevos santos de la iglesia católica dijo, “es muy respetable, se han estado haciendo estudios en diferentes comunidades, lo que es Tizatlán y Atlihuetzía, entonces estamos coordinados con la Secretaría de Turismo (Sectur) para que donde se decida que sea el Santuario, tenemos que respetar la decisión”, dijo.
Informó que el próximo 18 de noviembre se realizará en Atlihuetzía la “Fiesta Diocesana de los Niños Mártires” evento que cambió de fecha del 23 de septiembre al próximo 18 de noviembre, ante la tragedia del pasado sismo del 19 de septiembre.
Cabe destacar que cada fin de semana entre sábado y domingo, el ex convento y el templo de Atlihuetzía reciben una afluencia importante de visitantes, por lo que la Fiesta Diocesana de los Niños Mártires dijo se recibirán más de 30 mil personas y paulatinamente después expuso podría ser alrededor de diez mil visitantes por fin de semana.
Lamentablemente otro efecto de la pandemia mundial se ha dado en la suspensión de los oficios religiosos y en el caso de los Santos Tres Niños Mártires, ha significado la parálisis en la construcción de su basílica en Atlihuetzían.
Al mismo tiempo se ha detenido el flujo e feligreses hasta nuevo aviso, sin embargo está latente la intención de peregrinaciones de todos los rincones del mundo que han fijado su mirada en la Nueva Tlaxcala, al haberse cumplido los 500 años del encuentro de dos culturas.