Viernes que te quiero viernes… la lucha libre, sus técnicos y rudos

Viernes que te quiero viernes… la lucha libre, sus técnicos y rudos

Pedro Morales

Quien no recuerda esas tardes llenas de emoción en lo que ahora es el palenque de la feria, donde hace más de tres décadas Tlaxcala era una plaza importante para el espectáculo del pancracio.

En ese entonces, del barrio bravo de San Miguel Tlamahuco destacaba un personaje, Alvarito, muy conocido entre la banda porque alternaba su trabajo como chofer de la extinta SAHOP, con la venta de sus exquisitas y nunca igualadas empanadas de atún y mole.

Alvarito tenía doble personalidad, los sábados se transformaba en “El Mahoma Tlaxcalteca”, personaje salido de la tradicional danza de “Moros y Cristianos”. Ya la naturaleza del luchador empírico era aguerrida y bronca.

Su máscara -de confección casera- se destacaba por una gran nariz, propia de los “árabes de arabia” como decía el extinto luchador, quien además completaba su atuendo con una capa que también servía en temporada de carnaval por la profusión de las lentejuelas que la adornaban.

Era como dicen, telonero que comenzaba a emocionar al respetable, antes de que llegaran los luchadores profesionales de la Arena México o de la de Puebla, eran tardes de mucha emoción y adrenalina.

Llaves y contra llaves hacían las delicias de los asistentes, por el exceso de peso de los locales, muy poco se veían esos vuelos espectaculares por arriba de la tercera cuerda.

Era tradición meter de contrabando, en maletas deportivas y allá debajo de las toallas el pomo, para animar la función, en otra maleta  se llevaban los vasos y los refrescos se consumían con los vendedores.

De tal forma que a algunos les causaba extrañeza que a cada rato se revisara la dichosa maleta del pomo y que como por arte de magia apareciera un vaso lleno en la manos del aficionado.

Ya para la tercera caída, los ánimos estaban calientitos calientitos y la pasión se desbordaba y contagiaba a los luchadores que invariablemente se olvidaban de la técnica y eran unas madrizas hasta que corría la sangre.

Y así, ya para cuando llegaban las estrellas, pues todo era algarabía y era ley que al finalizar las luchas, las emociones se trasladaban con todas sus mañas al viejo estadio Tlahuicole ,para apoyar al equipo de “Los Lobos de Tlaxcala”

Era inconfundible la “Porra Ruda” de Tlamahuco, que cada fin de semana ganaba más adeptos, por el tremendo relajo que sus integrantes armaban y las memorables batallas campales con las porras foráneas del fut.

UN POCO DE HISTORIA

Sé que la conoces, pero, ¿sabes el origen de la lucha libre? ¿Dónde nació? ¿Cuándo se creó? Es una pregunta que, a primera vista, no pareciese tener una respuesta concreta. No obstante, esto no es así porque por muy difícil que es la investigación profunda, todo tiene su origen, incluyendo la lucha libre (que tiene siglos de antigüedad)

Por lo que se sabe, en el siglo ocho A.C. grandes personajes como APOLO, TESEO o HERMES luchaban entre sí, sin posibilidad de empate, todo hasta la muerte.

Lógicamente, en aquel tiempo era muy distinto a lo que hoy conocemos como la lucha libre. El estilo que mostraban en las peleas era más brusco y no buscaban hacerlo pro de entretener, sino de sobrevivir.

Los historiadores aludan que el deporte se introdujo en el país gracias a la intervención francesa en el año de 1863. Pero responder interrogantes cómo «¿De dónde es la lucha libre?» Es un poco complejo y hasta la fecha, todavía no hay algo certero.

El 21 de septiembre de 1933 que se fundó la primera empresa más importante de lucha libre en México, ésta se llamó: Empresa Mexicana de Lucha Libre.

Para aquel entonces, los Diarios seguían de cerca todo lo relacionado a estos sucesos y el nuevo deporte estrella de México. Existe una cita por parte del diario “ESTO” que se anunció el 27 de abril de 1956:

“Ya abrimos las puertas de la Nueva Arena México… lugar que será motivo de orgullo para el México Deportivo… es uno de los locales más asombrosos para mostrar espectáculos bajo techo. Tiene una capacidad aproximada de 20 mil espectadores, LA NUEVA ARENA MÉXICO se construyó valiéndose de los recursos y adelantos tecnológicos en cuanto a materia para asegurar una obra maestra”.

En dicha función, participaron grandes como:

El SANTO, BLUE DEMON, GLADIADOR, GORILITA FLORES, MEDICO ASESINO, BOBBY BONALES, ROLANDO VERA, etcétera.

Es así como comienza todo, la época moderna llega al mundo y, con ella, un nuevo deporte. Para los años 40’s y 50’s se hicieron, paralelamente, otras arenas increíbles.

Entre las más destacadas, podemos mencionar la Arena Coliseo de Guadalajara, lugar que consigue un gran prestigio porque desde allí, han saltado a la fama grandes deportistas como Alfonso Dantés, Puma Vázquez, La Pantera Etíope, Torbellino Negro, etc. Además, se inauguró la primera escuela de lucha libre y, su director fue Diablo Velazco.

No se sabe a ciencia cuándo se creó la lucha libre, sin embargo, sabemos bien que abrió un mundo de oportunidades para personas con las habilidades y ganas de participar en eventos que involucre el contacto físico.

El origen de la lucha libre dio paso a grandes movimientos como la constitución del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL). Se trata de una promoción de lucha libre para profesionales en México que se fundó en la capital con carteleras ya programadas en Puebla, Guadalajara y otros sitios al sur.

Asimismo, esta promoción se le conoce también como “EMLL”. Hoy en día, es la promoción de lucha libre profesional con más años de antigüedad en México que todavía sigue en pie.

TODO UN ESPECTÁCULO

En México se viene practicando un estilo particular de lucha estilo libre o llamado olímpica que se peculiariza mucho por las llaves a ras de la lona y las acrobacias aéreas.

Se le dice «mexicana» porque con discrepancia de otras técnicas a nivel de lucha, acrobacias, reglas general y (folklore) que el mismo país posee, tiene un aire especial de mucha autenticidad.

Respetan mucho el estilo de otros países y fue de allí que nombres como Huracán Ramírez, Black Shadow, Rayo de Jalisco, El Santo, Atlantis y un largo etc surgió.

Sobre las empresas mexicana de lucha libre, debemos decir que hay muchas de ellas, pero una de las más conocidas es la CMLL. De hecho, es tan popular que ha abierto una escuela para aquellos que busquen su propia licencia de luchador,

Otras de las industrias más grandes de la lucha libre mexicana es la triple AAA. Entrar allí es más complicado, pero sin duda, no es un imposible. En definitiva, las luchas mexicanas es el deporte por excelencia del país y pertenece más al folklore.

En la actualidad ya destaca la presencia de las mujeres luchadoras, las vestimentas, trajes, máscaras y aditamentos son cada vez más llamativos, los cuadriláteros se han transformado en jaulas y el espectáculo nunca se detiene, siempre se busca más y más.

MÁSCARAS EN LA LUCHA LIBRE MEXICANA

En México, el uso de una máscara tiene un valor simbólico. La máscara representa el espíritu interior del guerrero, su fuerza interior en el conflicto entre el bien y el mal. Es una característica utilizada para la representación y la teatralidad de la representación.

Cuando un guerrero le quita una máscara a su oponente. No sólo lo golpea, sino que también le quita su símbolo . Este es el clímax del programa. Los luchadores mexicanos han hecho populares sus máscaras. Que son utilizados por sus seguidores y otros jugadores que las colorearon de manera diferente.

”Máscara de Plata”: así se llamaba Rodolfo Guzmán Huerta, un guerrero y actor profesional. Luchó de 1942 a 1982 y nunca fue revelado. Desde los años 50 es considerado un héroe folclórico mexicano y un símbolo de la justicia. Que viajó por el mundo de la lucha y se convirtió en un superhéroe presente en cómics y películas de renombre internacional.

Pero y tu lector, lectora..

¿alguna vez has ido a las luchas?

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