NAUYACA
De privilegios y prebendas a aviadores…
Uno de los temas más recurrentes antes, y a partir de la aprobación de la reforma constitucional en materia educativa, ha sido el de la evaluación a los docentes y el de los “maestros comisionados”.
El tema ha sido mediático sobre todo porque en la sociedad se ha configurado la idea de que “los docentes no quieren la reforma educativa para no evaluarse” o bien, “que todos los comisionados son aviadores”.
En relación a esto último, conviene precisar algunos puntos, se ha precisado por parte de las propias autoridades educativas en Tlaxcala, que habría al menos 200 personas que “no trabajan en el centro de trabajo que supuestamente están asisgnados” o que se presupone cobran por este trabajo.
Lo que si se ignora, es el el número y actividades que realiza el “personal comisionado” por lo que se establecieron acciones tendientes a tener un diagnóstico integral de este fenómeno; saber realmente cuántos son y dónde están; su función, perfil que ostentan, su experiencia docente, técnico docente o en el desempeño de funciones de dirección o supervisión, y definir quién puede ser contemplado en el Servicio Profesional Docente y quién no.
Cabe precisar que hay personal docente comisionado a funciones de tipo sindical (SNTE); personal docente comisionado a dependencias gubernamentales ajenas a la SEP, personal docente comisionado a organizaciones ajenas a la SEP y personal docente comisionado a otras funciones dentro de la estructura educativa, ello sin contar con personal docente comisionado a funciones docentes en niveles educativos diferentes al de origen.
Si partimos de esta visión más integral, se tiene que reconocer que no a todo el personal docente comisionado se le puede considerar “aviador”, como mediáticamente se ha querido manejar.
Sin embargo, es conveniente una
revisión minuciosa de las comisiones que sean justificadas plenamente. Frente a este tipo de personal comisionado, que a nuestro punto de vista, cumple con una función importante en la estructura del sistema educativo, se encuentran los “otros comisionados” a funciones ajenas a las educativas. En esta parte, la SEP debe ser cuidadosa para identificar al personal que justifique verdaderamente su “comisión”.
Queda claro que la SEP debe tomar la decisión de solicitar su reincorporación a funciones educativas o bien a la renuncia de la plaza. En este sentido, se debe tener buen juicio para no estandarizar la toma de decisiones en relación al personal docente comisionado, si en verdad quiere regularizar la situación de este tipo de personal y reencauzar los recursos humanos hacia una mejor racionalidad.
En el ojo del huracán esta la responsable de la delegación D-III-1, del SNTE, Gwendolynee Amaro Ramírez, quien al interior del edificio administrativo que alberga la SEPE-USET en Tlaxcala, pues se ha dicho que a toda costa quiere mantener sus prerrogativas y concesiones por capricho pese a que no le asiste la razón.
Ente las prebendas que esta lograr que su marido José Rubén Jesús Joffre Vázquez sea considerado un proveedor de la USET- SEPE y la concesión de la cafetería que opera en esa dependencia.
A todo esto se suma, que al parecer su sobrino, esta como chofer de la directora de educación especial y otra persona más esta “comisionada” con ella misma, ello como trascendido.
Esa dirigente magisterial protege a trabajadores sindicalizados que por diferentes razones se niegan a trabajar, a esperar que llegue la quincena para cobrar puntualmente su salario y hay trascendidos si no pasa otra cosa y lo que resulte de la auditoria que se aplica a esta secretaría, que pudieras ser al menos 80 las personas que cobran sin trabajar, esto tan solo en oficinas centrales.
El tiempo… nos dará o no la razón… y como dice el dicho, al pan, pan y al vino, vino…