Por: Luis Jesus Morales
En un movimiento sorprendente, México ha implementado a partir de este sábado un arancel del 50 por ciento a la importación de maíz blanco. Esta medida tiene como objetivo fomentar la producción nacional y evitar la entrada de maíz modificado genéticamente, según lo señalado por el presidente.
La imposición de este arancel se produce en un momento en el que México se encuentra en medio de una controversia comercial con Estados Unidos y Canadá en relación al maíz transgénico. A principios de año, el maíz blanco fue uno de los alimentos de la canasta básica que quedaron exentos de aranceles en un intento del gobierno por controlar la inflación en el país. Sin embargo, según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), esta exención no ha tenido un impacto significativo en la disminución de los precios en el mercado nacional, por lo que se considera pertinente eliminarla.
Aunque México importa relativamente poco maíz blanco, principalmente de Estados Unidos y Sudáfrica para su consumo humano, la imposición de aranceles podría complicar la controversia comercial en curso con Washington y Canadá en relación al maíz modificado genéticamente, ya que en principio va en contra de los términos establecidos en el tratado de libre comercio T-MEC.
México busca restringir el uso de maíz transgénico en la alimentación humana (maíz blanco) y, a largo plazo, también vetarlo en la alimentación animal (maíz amarillo o forrajero), lo cual ha generado preocupaciones por parte de sus socios comerciales en la región norteamericana. México ha estado importando maíz transgénico amarillo de Estados Unidos durante años, por un valor de aproximadamente 3 mil millones de dólares anuales, ya que el país no produce suficiente cantidad. Tanto Estados Unidos como Canadá argumentan que los temores mexicanos sobre los riesgos del maíz modificado genéticamente carecen de fundamentos científicos y, en consecuencia, han activado un mecanismo de resolución de controversias previsto en el T-MEC, el tratado de libre comercio de América del Norte, lo que podría resultar en sanciones si no se llega a un acuerdo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado claro que no teme a las controversias y ha reiterado la importancia de utilizar el maíz blanco nacional exclusivamente para el consumo humano, tanto para apoyar el mercado mexicano como por el hecho de que el maíz importado, aunque más económico, está modificado genéticamente.