Por: Luis Jesus Morales
En México, más de 155 mil maestros de educación básica no cuentan con licenciatura, revela un informe de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). El reporte destaca que esta situación representa un desafío significativo para el sistema educativo del país.
El informe revela que la falta de título universitario se concentra principalmente en el nivel de primaria, con 71,559 maestros sin licenciatura, seguido por preescolar con 32,030 y secundaria con 52,291. Estas cifras reflejan un incremento considerable en comparación con años anteriores.
Datos de la organización civil Educación con Rumbo indican que en 2022, había alrededor de 104 mil maestros sin estudios universitarios en el país. Esto plantea interrogantes sobre las políticas de contratación y la falta de requisitos académicos para ejercer la docencia.
Expertos en educación señalan que la presencia de maestros sin licenciatura en las aulas es un reflejo de la falta de rectoría educativa por parte del Estado y de la corrupción en los mecanismos de asignación de plazas docentes. La ausencia de programas de formación y actualización continua para el magisterio también es un factor que contribuye a esta problemática.
La formación inicial y la formación continua docente son consideradas cruciales para garantizar la calidad educativa. Sin embargo, en los últimos años, se ha descuidado la implementación de procesos sólidos de formación continua y el acompañamiento adecuado a los nuevos docentes. Estos aspectos son fundamentales para desarrollar habilidades pedagógicas, actualizar conocimientos y promover el aprendizaje de los estudiantes.
Es importante destacar que el título universitario por sí solo no garantiza la calidad de un maestro, pero la falta de licenciatura y la falta de actualización profesional limitan las oportunidades de aprendizaje que pueden ofrecer a los estudiantes. Los docentes sin una formación adecuada pueden carecer de las habilidades y las prácticas pedagógicas más efectivas, lo que afecta negativamente los resultados educativos.
La falta de maestros con licenciatura también ha llevado a la contratación de egresados de bachillerato en zonas rurales y alejadas del país. Estos docentes, habilitados para ejercer mediante interinatos, se enfrentan a desafíos adicionales al asumir la responsabilidad de aulas multigrado.
El panorama actual subraya la necesidad de impulsar una rectoría educativa sólida y establecer requisitos académicos más rigurosos para el ejercicio de la docencia. Asimismo, es crucial implementar programas de formación y actualización docente que promuevan el desarrollo profesional y la adopción de prácticas pedagógicas efectivas.
La calidad de la educación depende en gran medida del magisterio como principal impulsor del aprendizaje. Es esencial trabajar en conjunto para fortalecer el sistema educativo y brindar a los maestros las herramientas necesarias para ofrecer una educación de calidad a todos los estudiantes de México.