Por: Luis Jesus Morales
El Proyecto Libro Azul, una investigación gubernamental altamente clasificada sobre objetos voladores no identificados (ovnis), ha sido objeto de interés y especulación durante décadas. Gracias a los esfuerzos del historiador aficionado John Greenewald, quien ha dedicado casi veinte años a solicitar información desclasificada al gobierno de Estados Unidos, se han publicado recientemente más de 100,000 páginas de documentos internos de la Fuerza Aérea sobre avistamientos de ovnis.
Este ambicioso proyecto tuvo sus orígenes en junio de 1947, cuando el piloto Kenneth Arnold avistó varios objetos voladores no identificados mientras volaba sobre el estado de Washington. Describió los objetos como «platillos que saltaban», lo que llevó a los medios a denominarlos «platillos voladores». Otros incidentes de alto perfil, como el supuesto aterrizaje de un ovni en Roswell, Nuevo México, el mismo año, llevaron a la creación del Proyecto Libro Azul por parte de la Fuerza Aérea.
Este programa de investigación, que inicialmente contaba con un pequeño equipo de personas, se encargó de analizar más de 12,600 avistamientos de ovnis en un período de dos décadas. La sede del proyecto estaba en la base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson en Ohio. El objetivo principal era calmar la creciente inquietud pública sobre los avistamientos de ovnis que incluso alcanzaban áreas cercanas a la Casa Blanca y el Capitolio de Estados Unidos.
En la década de 1960, se formó un comité independiente para profundizar en algunos casos del Proyecto Libro Azul. Este grupo concluyó que muchos de los avistamientos tenían explicaciones razonables, como globos meteorológicos, eventos naturales o inversiones de temperatura. Sin embargo, más de 700 casos, según Greenewald y el ufólogo Alejandro Rojas, quedaron sin explicación y siguen siendo objeto de misterio.
Algunos de estos casos inexplicables incluyen el avistamiento de una extraña aeronave con seres del tamaño de un niño en Socorro, Nuevo México, que dejó marcas de quemaduras y evidencia en el terreno. Aunque el Proyecto Libro Azul etiquetó estos casos como «inexplicables», todavía no se ha encontrado una respuesta definitiva.
Greenewald ha logrado acceder a una gran cantidad de documentos del gobierno, pero destaca que aún hay muchos que permanecen inaccesibles para él y el público. Además, otras entidades gubernamentales, como la CIA y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), llevaron a cabo investigaciones sobre ovnis que aún no han sido publicadas.
El Proyecto Libro Azul representa solo la «punta del iceberg» de lo que podría estar oculto en los archivos gubernamentales, según Greenewald. A medida que continúa solicitando más información al gobierno, asegura que aún existen secretos, conspiraciones y escándalos por descubrir en relación con los ovnis.
Aunque el tema de los ovnis ha sido objeto de burla en la actualidad, en su momento fue tomado muy en serio por los niveles superiores del gobierno estadounidense. El Proyecto Libro Azul y sus documentos desclasificados proporcionan una fascinante visión de los esfuerzos del gobierno por investigar y explicar los avistamientos de ovnis, pero también plantean interrogantes sobre lo que aún podría estar oculto en los archivos clasificados.
El interés público en el tema continúa creciendo, y las solicitudes de información y la investigación independiente seguirán arrojando luz sobre los secretos ocultos de los ovnis en Estados Unidos.