Juan Vucetich, el comisario argentino precursor en el uso de las huellas digitales para resolver crímenes

Juan Vucetich, el comisario argentino precursor en el uso de las huellas digitales para resolver crímenes

 

Historia. A 4 de Septiembre, 2023. ✍️ Sunashi Rivera

 

En 1892, en el pequeño pueblo de Necochea, provincia de Buenos Aires, Argentina, se cometió un atroz crimen que conmocionó a la comunidad. Dos niños, de tan solo 6 y 4 años, fueron brutalmente asesinados. La investigación inicial señaló a un hombre llamado Ramón Velásquez, amigo de los padres de los niños, Ponciano Caraballo y Francisca Rojas, como el principal sospechoso.

 

Sin embargo, Velásquez siempre afirmó su inocencia durante los interrogatorios a los que fue sometido. Fue en este momento crucial que los investigadores descubrieron una huella dactilar ensangrentada en la escena del crimen. Decidieron ponerse en contacto con un comisario que estaba desarrollando un sistema innovador de identificación de huellas dactilares para uso policial: Juan Vucetich.

 

Juan Vucetich, nacido en 1858 en la isla de Hvar que hoy forma parte de Croacia; emigró junto a su familia a Buenos Aires en 1882. A pesar de no tener pretensiones iniciales en el campo de la policía, se unió a la Policía Bonaerense en 1888 como «meritorio», una distinción otorgada a los funcionarios que sabían leer y escribir.

 

Su vida dio un giro cuando conoció el trabajo del antropólogo inglés Francis Galton, pionero en el estudio científico de las impresiones dactilares. Fascinado por estas investigaciones, Vucetich desarrolló su propio método de identificación, creando los elementos necesarios para captar los dibujos dactilares de las personas.

 

En 1891, se le encomendó la organización de la Oficina de Identificación Antropométrica de la Policía de Buenos Aires. Al mismo tiempo, recopiló las primeras fichas dactilares con las huellas de reclusos de la cárcel de «La Plata».

 

El caso que marcaría un hito en la historia de la criminología y la resolución de crímenes ocurrió en 1892, cuando Vucetich comparó las huellas dactilares de Francisca Rojas y Ramón Velásquez con la huella ensangrentada encontrada en la escena del crimen. Para sorpresa de la policía, la huella coincidía con la de la madre, Francisca Rojas, quien había negado haber tocado los cuerpos ensangrentados. Confrontada con las pruebas, Rojas finalmente confesó.

 

Este fue el primer uso exitoso de la identificación de huellas dactilares en una investigación de asesinato. Tras este caso, Vucetich continuó perfeccionando su método, al que denominó «dactiloscopia comparativa». En 1896, patentó el «Sistema Dactiloscópico Argentino» que consistía en la identificación alfanumérica de los dedos de la mano.

 

Hoy en día, el uso de las huellas digitales es fundamental en áreas como la autenticación de documentos, la criminología y el control fronterizo y aeroportuario. El 1 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dactiloscopía en reconocimiento a la contribución de Juan Vucetich, cuyo sistema ha sido comparado con la importancia del ADN en la investigación criminal.

 

Para expertos en seguridad, la introducción de las huellas digitales supuso una revolución política y social, marcando un antes y un después en la resolución de crímenes y la identificación de individuos en todo el mundo hispanohablante.

 

Fuente: BBC.

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