Conoce el sorprendente rascacielos del MCC en Chicago, una prisión federal
Internacional. A 22 de septiembre de 2023. Redacción
En Chicago se encuentra un sorprendente rascacielos con cien ventanas, pero no se trata de un edificio de lujo ni de modernos apartamentos, sino de una prisión federal. Sí, has leído bien, una cárcel vertical de hormigón, sin rejas y prácticamente inexpugnable. Este curioso edificio es conocido como Metropolitan Correctional Center, o MCC.
La historia empezó en 1971, cuando el sistema federal de prisiones le encargó al arquitecto Harry Weese el proyecto de una nueva penitenciaría urbana en la ciudad de Chicago. Weese decidió apostar por una idea poco convencional, una tipología que cumpliera su propósito sin necesidad de rejas ni barrotes: un rascacielos. Así nació el MCC.
El MCC se inauguró en 1975 y, aunque sea una prisión de mínima seguridad, no podemos negar que es un edificio impresionante desde el punto de vista arquitectónico. Con sus cien metros de altura, aprovecha al máximo su condición de rascacielos. Las ventanas, que miden más de 2 metros de alto, sorprendentemente no tienen rejas, simplemente porque solo miden 13 centímetros de ancho. ¡Qué innovación!
Pero espera, eso no es todo. Imagina que alguien realmente logra escaparse por una de esas estrechas ventanas. Lo que le esperaría es una caída imposible. Si un preso en el piso 14 intenta huir, se encontraría a 50 metros del suelo. (Seguramente solo puede funcionar para reos extremadamente delgados).
Otro aspecto peculiar del MCC es su estructura en forma de compartimentos estancos independientes. Esto significa que no hay patios vigilados con torretas ni módulos, sino que el edificio se divide en pisos separados para hombres y mujeres. En el «bloque» superior se encuentran los hombres, mientras que en el inferior se alojan las mujeres. ¡Una manera muy original de organizar una prisión!
Y no podemos pasar por alto mencionar que el MCC es una de las pocas prisiones urbanas que tiene un patio. Pero este no es un patio común y corriente, ¡no! Este patio se encuentra en la azotea del edificio, a 90 metros de altura. En medio de la opresión, los reos pueden disfrutar durante unas pocas horas al día de deportes como baloncesto, voleibol e incluso hacer aerobic. Quizá, como una pequeña dosis de ensoñación, también pueden contemplar la ciudad de Chicago desde un punto de vista único.
Así que sí, estar preso siempre será una gran desgracia, pero al menos en el MCC tienen la oportunidad de vivir una experiencia de represión y liberación al mismo tiempo. Quizá solo sea una pequeña compensación que les permite soñar con la ciudad desde las alturas.