San Francisco de Asís: legado olvidado en la cultura mexicana
El 4 de octubre se celebra la efeméride de San Francisco de Asís, patrono de los animales y del medio ambiente. En México, la figura de San Francisco de Asís es de gran relevancia, ya que su legado ha dejó una huella profunda en las tradiciones del país.
San Francisco de Asís, nacido en Italia en el siglo XII, es conocido por su amor y respeto hacia los animales y la naturaleza. Durante su vida, renunció a todos los bienes materiales y se dedicó a ayudar a los más necesitados, incluyendo a los animales.
En México, la influencia de San Francisco de Asís se ha manifestado a lo largo de los años a través de lo religioso. La veneración hacia este santo ha llevado a la construcción de numerosas iglesias y capillas en su honor en todo el país. Además, en diversas localidades se realizan procesiones y festividades en su nombre, en las cuales los fieles que heredaron el amor y respeto por todos los animales llevan a sus mascotas para ser bendecidas. Además, se llevan a cabo ferias y eventos en distintas localidades, donde se promueve la adopción responsable de animales y se enseñan prácticas de cuidado y respeto hacia ellos.
San Francisco de Asís es conocido por ser un símbolo de amor y cuidado hacia los animales. Se le atribuye la protección de los animales domésticos y también de la fauna silvestre. Ante esta reflexión es relevante que en su celebración se haga una retrospección en la cultura mexicana para recordar y practicar el legado y difundir el mensaje de amor y cuidado hacia los animales debido que México ocupa el primer lugar en maltrato animal en América Latina y a nivel mundial ocupa el tercero, según el INEGI.
No queda duda que hoy 4 de octubre, San Francisco de Asís ha dejado una marca indeleble en la religión mexicana pero, sin duda, falta recuperar la herencia de Asís con el compromiso de protección de los animales y la naturaleza. La presencia de San Francisco de Asís debe de continuar inspirando a miles de personas en México y en todo el mundo. Su legado nos recuerda la importancia de convivir en armonía con el entorno que nos rodea y cuidar de aquellos seres que no pueden defenderse por sí mismos.