Los nueve niveles del Inframundo según la creencia Mexica
Cultura. A 04 de Noviembre, 2023. ✍️ Sunashi Rivera
La cosmovisión de los antiguos mexicas estaba imbuida de profundas creencias y rituales relacionados con la vida, la muerte y el más allá. Según su creencia, después de la muerte, las almas de las personas viajaban a diferentes lugares en el inframundo, conocido como el «Mictlán». Estos destinos variaban según la causa de la muerte y no hacían distinciones entre ricos o pobres, hombres o mujeres, niños o ancianos, ya que la muerte no discriminaba a nadie.
El «Mictlán» estaba dividido en nueve niveles, cada uno representando un desafío que el alma debía superar para llegar al descanso eterno. Aquí se describen los nueve niveles y sus características:
Primer Nivel: Chiconahuapan, el Lugar de los Perros
En este nivel, el difunto despertaba y se encontraba frente a un caudaloso río. La única forma de cruzarlo con éxito era con la ayuda de un perro, específicamente un xoloitzcuintle de color pardusco. Este perro servía como guía para el alma y era esencial para superar esta primera prueba.
Segundo Nivel: Tepectli Monamictlan, El Lugar Donde los Cerros se Juntan
Aquí, el desafío consistía en cruzar entre dos cerros que se abrían y cerraban continuamente. El alma debía esperar el momento adecuado para atravesar sin ser aplastada.
Tercer Nivel: Iztepetl
En este nivel, la prueba implicaba escalar cerros llenos de rocas afiladas que podían desgarrar la piel de los fallecidos durante el ascenso.
Cuarto Nivel: Itzehecayan, El Lugar del Viento de Obsidiana
Este nivel estaba caracterizado por una sierra desolada de hielo y piedra abrupta. Los viajeros debían enfrentarse a vientos devastadores que arrastraban todo a su paso.
Quinto Nivel: Paniecatacoyan, El lugar donde la gente vuela y se voltea como banderas
En este sitio, la gravedad parecía desaparecer debido a los vientos que hacían que las personas se elevaran y se voltearan como banderas. Aquellos que lograban liberarse podían avanzar al siguiente nivel.
Sexto Nivel: Timiminaloayan, El lugar donde la gente es flechada
En este nivel, los viajeros debían atravesar un extenso sendero mientras manos invisibles lanzaban saetas filosas que producían heridas en sus cuerpos. Se decía que estas saetas eran las que se perdían en batallas en el mundo terrenal.
Séptimo Nivel: Teocoyohuehualoyan
En este nivel, habitaba Tepeyóllotl, el señor de los jaguares. Liberaba a sus felinos salvajes para buscar a los viajeros y abrir sus pechos para devorar sus corazones. La prueba consistía en permitir que el corazón fuera comido, lo que permitía avanzar al octavo nivel.
Octavo Nivel: Izmictlan Apochcalolca
En este nivel, el río de aguas negras Apanohuacalhuia debía ser atravesado sin ahogarse. Si se superaba esta prueba, el alma se liberaba del cuerpo y avanzaba a las aguas del noveno nivel.
Noveno Nivel: Chicunamictlan
En este nivel, las aguas negras de Apanohuacalhuia desembocaban en las «nueve aguas negras de Chiconauhhapa». Aquí, las deidades Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, representando la esencia de la muerte masculina y femenina, liberaban el alma del fallecido de los sufrimientos del cuerpo.
Antes de emprender este arduo viaje, el difunto recibía amuletos y pertenencias que le ayudarían a superar las pruebas. Al final, al completar los nueve niveles, el alma entregaba tributos a Mictlantecuhtli como parte del proceso de trascender al descanso eterno. Estas creencias y rituales ofrecen una visión única de la cosmovisión de los antiguos mexicas en relación con la vida y la muerte.
Fuente: Lolina Rivas.
Foto: TV Pacífico / Big Balloon Design