Descubren una galaxia gemela a la Vía Láctea en los confines del universo

Descubren una galaxia gemela a la Vía Láctea en los confines del universo

 

Un equipo internacional de astrofísicos ha encontrado una galaxia muy similar a la Vía Láctea, el hogar de nuestro planeta, en una región muy lejana del espacio. Se trata de la galaxia ceers-2112, que tiene una estructura espiral con una barra central de estrellas, como la nuestra. El hallazgo, que se publica en la revista Nature, es sorprendente porque muestra que ya existían galaxias de este tipo hace 11.700 millones de años, cuando el universo apenas tenía el 15% de su edad actual.

La galaxia ceers-2112 se observa en una zona del cielo situada entre las constelaciones de la Osa Mayor y el Boyero, donde se encuentra la estrella Arturo, una de las más brillantes del firmamento. Para detectarla, los científicos utilizaron el revolucionario telescopio espacial James Webb, lanzado en la Navidad de 2021, que tiene una sensibilidad y una resolución sin precedentes. El telescopio captó la débil luz que emitió la galaxia hace 11.700 millones de años, en la infancia del cosmos. “Es como ver nuestra galaxia atrás en el tiempo”, afirma Luca Costantin, un investigador italiano del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), en Madrid, y uno de los principales autores del estudio.

La galaxia ceers-2112 tiene una masa total de estrellas equivalente a 3.900 millones de masas solares, unas dimensiones que coinciden con las simulaciones de cómo era la Vía Láctea por entonces. “En aquel momento nuestra galaxia tenía unas 10 veces menos masas solares”, explica Pablo G. Pérez González, otro de los autores del estudio, que también trabaja en el Centro de Astrobiología y es coautor de la sección Vacío Cósmico en EL PAÍS. Lo que más llama la atención de la galaxia ceers-2112 es que posee una barra de estrellas en su región central, una característica que comparte con la Vía Láctea y otras galaxias espirales del universo cercano. La barra es importante porque favorece la formación de nuevas estrellas y la acumulación de gas en estas galaxias, lo que a su vez contribuye a la aparición de elementos esenciales para la vida, como metales, hierro, níquel, carbono y silicio.

Hasta hace poco, se creía que la Vía Láctea era una galaxia única en su tipo, pero el descubrimiento de galaxias como ceers-2112 y su estructura plantea preguntas interesantes sobre la evolución de las galaxias espirales y la diversidad de hermanas gemelas de la Vía Láctea que pueden existir en el universo. “Este hallazgo nos ayuda a entender mejor cómo se formó nuestra propia galaxia y qué condiciones se dieron para que albergara vida”, concluye Costantin.

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