La participación de las mujeres en el mundo laboral en México se resume a un 40%
10 de noviembre de 2023 ✍️Dafne Ortiz
En el mundo de desigualdad laboral entre hombre y mujeres por idearios colectivos de discriminación debido al constructo alrededor de la figura femenina entre el patriarcado y machismo opresor que se vive en el país; se agrega a la lista la falta de libertad que tiene la mujer entre elegir por su desarrollo académico a su familia.
Esto provoca además de una evidente discriminación y la desigualdad en oportunidades; abre paso a un atraso del ingreso per cápita del país, ya que “si las mujeres participaran a la misma tasa que los hombres, el ingreso per cápita sería 22% más alto, mucho más de lo que se ve en otros países de la OCDE” menciona Adylene Bueno Aguilar, analista para estudios económicos regionales en la ONU-Habitat México, en su estudio División sexual del trabajo: Mujeres en el mundo laboral.
Bajo esta idea se desarrolla la visibilidad que la participación de la mujer en el mundo laboral es más baja que la de los hombres, ya que ellos representan un 30% de participación más que las mujeres con un 40% frente a un 72.75% en los hombres según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) sobre la población de 15 años y más.
Adylene Bueno informa en su trabajo antes citado que el empleo asalariado femenino se vierte en tres características, “las mujeres se concentran en ciertos sectores y ocupaciones (segregación horizontal); tienden a estar en posiciones en el extremo inferior de la jerarquía ocupacional (segregación vertical) y; las mujeres como grupo ganan menos que los hombres como grupo”, es decir, las condiciones de contratación femenina sufre discriminación por género (sólo son concentrados los trabajos es ciertos empleos según el género), sólo ocupan los puestos más bajos en su mayoría de veces; y finalmente la desigualdad salarial.
Parte de las barreras en el retraso y discriminación laboral hacia la mujer esta generada por los idearios sociales que se han construido bajo una perspectiva machista y patriarcal; ejemplo de esto es la suposición que las mujeres tienen más afinidad o sirven más para “labores ligadas al cuidado y aquellas que implican menor esfuerzo físico”, dice Adylene Bueno.
De igual forma, se agrega y agravia la situación ante las barreras legales que ponderan en los empleadores potenciales, al cuestionar la situación familiar de una mujer antes de ser contratada, por ejemplo, el preguntar si esta embarazada, ya que esto implicaría permisos de maternidad, gasto de seguro, entre otras cuestiones que afectan a la empresa o trabajo.
“Según datos de ONU Mujeres (2015), las mujeres tienden en mayor medida a realizar trabajos por los que no reciben remuneración alguna, tal como el cuidado de menores, personas de la tercera edad, personas con discapacidad y/o personas enfermas, y el trabajo doméstico” cita Adylene Bueno.
Finalmente, es importante mencionar que tal y como lo dicta el Objetivo número 5 de Desarrollo Sostenible, lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, es necesario para que el mercado de trabajo sea beneficioso no sólo para el sector de las mujeres, sino para una mejora económica global, y responder a un bien común.
Fuente: ONU-Habitad México