AMLO busca competir con el Canal de Panamá con un corredor transístmico
México. A 12 de noviembre de 2023. Redacción
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha impulsado desde el inicio de su mandato un ambicioso proyecto de infraestructura que busca conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico mediante un corredor ferroviario y carretero que atraviese el Istmo de Tehuantepec, la zona más angosta del país.
El llamado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) tiene como objetivo convertir a México en una plataforma logística a nivel mundial, aprovechando su ubicación geográfica y su cercanía con los mercados de Asia, Estados Unidos y Europa. Según el gobierno, el proyecto permitirá el transporte de 1.4 millones de contenedores anualmente en un trayecto de menos de seis horas, más económico y rápido que el Canal de Panamá.
El CIIT contempla la modernización de los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz, así como la rehabilitación de 300 kilómetros de vías férreas y la construcción de 10 parques industriales a lo largo del corredor. El proyecto también incluye la instalación de una red de fibra óptica, la ampliación de carreteras y la generación de energía eléctrica con gas natural y fuentes renovables.
El gobierno ha estimado que el CIIT tendrá una inversión total de 8,000 millones de dólares, de los cuales el 80% provendría de la iniciativa privada, tanto nacional como extranjera. El presidente López Obrador ha asegurado que el proyecto generará 133,000 empleos directos y 300,000 indirectos, y que beneficiará a las comunidades indígenas de la región, a las que se les ha consultado y otorgado permisos para el desarrollo del corredor.
Sin embargo, el CIIT también ha enfrentado diversos retos y críticas, tanto técnicos como sociales y ambientales. Algunos expertos han señalado que el proyecto requiere de una mayor planeación y transparencia, así como de una mayor coordinación con los gobiernos estatales y municipales involucrados. Asimismo, han advertido que el corredor podría tener un impacto negativo en la biodiversidad y los recursos naturales del istmo, así como en los derechos humanos y la cultura de los pueblos originarios.