Milei al poder: ¿Qué cambia para Argentina y para América Latina?
✍️Mike Mendieta
La victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales de Argentina ha causado sorpresa, indignación y preocupación en diversos sectores de la sociedad, tanto dentro como fuera del país. Milei, un economista y político libertario, se ha caracterizado por sus posturas radicales en favor del libre mercado, la reducción del Estado, la eliminación de impuestos y regulaciones, y la privatización de la mayoría de los servicios públicos. También ha sido criticado por sus expresiones ofensivas, agresivas y despectivas hacia sus oponentes, los medios de comunicación, las minorías y los movimientos sociales.
¿Qué representa esta victoria para la gente de Argentina, que está sumida en una profunda crisis económica, social y política? ¿Qué significa para el conservadurismo argentino? ¿Qué supone para el libertarismo, que ha logrado por primera vez llegar al poder en un país latinoamericano? ¿Qué implica para los demás países de la región, que observan con inquietud el rumbo que tomará Argentina bajo el mandato de Milei? ¿Qué representa para la democracia en Argentina, que ha sido puesta a prueba por una campaña electoral polarizada, conflictiva y plagada de desinformación?
Para la gente de Argentina, la victoria de Milei puede significar un cambio radical en su forma de vida, en sus derechos y en sus expectativas. Por un lado, algunos sectores, sobre todo los más acomodados y los más descontentos con el gobierno de Alberto Fernández, ven en Milei una esperanza de recuperar la estabilidad económica, la seguridad jurídica y la libertad individual. Por otro lado, muchos sectores, especialmente los más vulnerables y los más comprometidos con la justicia social, temen que Milei aplique medidas que profundicen la desigualdad, la pobreza, la exclusión y la violencia. Además, existe una gran incertidumbre sobre cómo Milei enfrentará los desafíos que plantea la pandemia, la deuda externa, la inflación, el desempleo y la corrupción.
Para el conservadurismo argentino, la victoria de Milei representa una derrota histórica y una crisis de identidad. El conservadurismo argentino tendrá que replantear su estrategia, su discurso y su liderazgo para recuperar el espacio perdido ante el avance del libertarismo.
Para el libertarismo, la victoria de Milei representa un triunfo histórico y una oportunidad única. Milei, que se define como un anarcocapitalista en la teoría y un minarquista en la práctica, ha logrado llevar al poder las ideas de la escuela austriaca de economía, que defiende el libre mercado, la propiedad privada y el individualismo como los pilares de la libertad. Milei, que se inspira en autores como Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, Milton Friedman y Murray Rothbard, ha conseguido movilizar a miles de seguidores, sobre todo jóvenes, que se identifican con su discurso antipolítico, antipopulista y antiprogresista. El libertarismo tendrá que demostrar que sus propuestas son viables, eficientes y beneficiosas para la mayoría de la población, y que no son una utopía irrealizable, una ideología egoísta o una amenaza para la democracia.
Para los demás países latinoamericanos, la victoria de Milei representa un desafío y una incógnita. Milei, que ha expresado su rechazo al Mercosur, al Grupo de Lima, a la OEA y a cualquier forma de integración regional, ha anunciado que buscará establecer relaciones bilaterales con los países que respeten la libertad, el comercio y la no injerencia. Milei, que ha criticado duramente a los gobiernos de izquierda de la región, como el de Venezuela, el de Cuba, el de Bolivia y el de México, ha manifestado su admiración por los de derecha, como el de Brasil, el de Colombia, el de Chile y el de Perú. Los demás países latinoamericanos tendrán que adaptarse a la nueva realidad que impone Argentina, que es una de las economías más grandes y más influyentes de la región, y que puede tener un efecto contagio o reacción en sus propios procesos políticos y sociales.
Para la democracia en Argentina, la victoria de Milei significa un riesgo y una prueba. Milei, que ha cuestionado la legitimidad de las instituciones democráticas, como el Congreso, la Justicia, los partidos políticos y los sindicatos, ha propuesto reformar la Constitución, eliminar el Senado, reducir el número de diputados, limitar el poder de los jueces y desmantelar las organizaciones sociales. Milei, que ha sido acusado de promover el odio, la violencia y la discriminación, ha sido denunciado por varios delitos, como amenazas, injurias, incitación a la sedición y apología del delito. La democracia en Argentina tendrá que resistir los embates de Milei, que puede intentar socavar sus bases, sus valores y sus garantías, y defender los derechos humanos, la pluralidad, la tolerancia y la participación ciudadana.
La victoria de Milei ha generado diversas reacciones en el ámbito internacional, pero una de las más llamativas fue la del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien calificó el resultado como un «autogol» de los argentinos, y criticó duramente a los gobiernos de derecha, a los que acusó de ser «defensores del conservadurismo», «empleados de las oligarquías», «saqueadores de los pueblos» y «hipócritas». López Obrador, que se ha posicionado como uno de los líderes de la izquierda latinoamericana, expresó su desacuerdo con la decisión de los argentinos, aunque dijo respetarla.
Aquí lo dicho por López Obrador durante una conferencia de prensa Matutina:
«…los gobiernos de derecha sólo favorecen a las minorías, son defensores del conservadurismo. Son los gobiernos de derecha empleados de las oligarquías, se dedican a saquear a los pueblos, a las naciones, no le tienen ni amor ni respeto al pueblo, eso ya aquí se sabe».
Y puntualizó: «Nosotros respetamos la decisión que tomó un grupo mayoritario en Argentina, respetamos esa decisión, aunque es algo que, consideramos, no les va a ayudar; pero el pueblo es soberano, aun con todos los elementos antidemocráticos que utiliza la mafia del poder económico y del poder político en todos lados. Por ejemplo, el control de los medios de información, el control mediático, impresionante en Argentina, en Chile, en todos lados, en México, pero allá está peor, es muchísima la manipulación».
«Para decirlo en una palabra, con todo respeto, fue un autogol. Y yo no estoy de acuerdo, aunque respeto la decisión de los pueblos, con los gobiernos de derecha, no estoy de acuerdo con los gobiernos clasistas, racistas, no estoy de acuerdo con la hipocresía, que es lo que caracteriza a la derecha, en el mundo, la única doctrina de la derecha es la hipocresía. Eso es lo que puedo decir…», finalizó López Obrador.
La victoria de Milei en Argentina es un hecho histórico, que marca un giro radical en la política, la economía y la sociedad del país, y que tiene implicaciones para la región y el mundo. Milei representa una opción diferente, disruptiva y controversial, que genera esperanzas en unos y temores en otros, y que plantea interrogantes sobre el futuro de Argentina y su rol en el escenario internacional.
Viene lo bueno, más allá del discurso, las promesas y amenazas, Milei tendrá que enfrentar los enormes desafíos que tiene por delante, y demostrar que su proyecto libertario es la solución a los problemas de Argentina, y no una fuente de nuevos conflictos.