El hambre y la malnutrición siguen azotando a América Latina y el Caribe, según la ONU
Internacional. A 17 de diciembre de 2023. Redacción
Un informe de cinco organismos de la ONU revela que el 6,5% de la población de la región, o 42,2 millones de personas, sufre hambre, una cifra que sigue casi 1% por encima de los niveles previos a la pandemia de COVID-19. Además, alerta de un problema de malnutrición cada vez mayor, que afecta tanto a los desnutridos como a los que tienen sobrepeso u obesidad.
El estudio muestra una situación dispar en las subregiones. Mientras que en Sudamérica el número de personas hambrientas disminuyó en 3,5 millones entre 2021 y 2022, en el Caribe aumentó en 700.000, llegando a 7,2 millones, el 16,3% de la población. Haití tiene la incidencia más alta. En Mesoamérica, el hambre se mantuvo estable, afectando a 9,1 millones de personas, el 5,1% de la población.
El informe también señala que en 2022, 247,8 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que significa que tuvieron que reducir la calidad o cantidad de la comida que consumieron, o incluso se quedaron sin comida, pasaron hambre y, en el caso más extremo, pasaron días sin comer, poniendo su salud y bienestar en grave riesgo. Esta cifra representa una disminución de 16,5 millones con respecto a 2021, pero sigue siendo muy elevada.
La inseguridad alimentaria moderada o grave afecta más a las mujeres que a los hombres, con una brecha de 9,1%, la mayor del mundo. Además, es más prevalente en las zonas rurales que en las urbanas, con una diferencia de 8,3 puntos porcentuales.
Uno de los grandes problemas de la región abordado en el informe es la malnutrición, que avanza con más fuerza y complejidad cada vez, con altos índices de desnutrición, al igual que de sobrepeso y obesidad. Actualmente, el 8,6% de los niños menores de cinco años tiene sobrepeso, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes o las cardiovasculares.
El representante regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mario Lubetkin, afirmó que las cifras de hambre son preocupantes y se alejan del cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
“Nuestra región tiene desafíos persistentes como la desigualdad, la pobreza y el cambio climático, que han revertido al menos en trece años el progreso en la lucha contra el hambre. Este escenario nos obliga a trabajar de manera conjunta y actuar cuanto antes”, dijo.
Por su parte, Rossana Polastri, directora regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), comentó que las poblaciones rurales son las más afectadas por la inseguridad alimentaria y la malnutrición, y por eso debemos priorizarlas en nuestros programas y políticas públicas.
El informe fue elaborado por la FAO, el FIDA, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).