En México, cada año se realizan siete mil trasplantes; 85% en el sector público: Cenatra
27 de febrero de 2024. Redacción.
El director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de la Secretaría de Salud, José Salvador Aburto Morales, detalló que cada año en nuestro país se realizan alrededor de siete mil trasplantes, que pueden ser de riñón, córnea, hígado, corazón, pulmón o tejido musculoesquelético. El 85 por ciento se realiza en el sector público y 15 por ciento en el sector privado.
En promedio, cada año 16 mil 300 personas esperan un trasplante de riñón. Sin embargo, solo se realizan alrededor de tres mil, lo que representa 18.4 por ciento de cobertura. De manera similar, seis mil personas esperan un trasplante de córnea, y se realizan tres mil 500, es decir, 58.3 por ciento de cobertura.
En entrevista por el Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, que se conmemoró el 27 de febrero, Aburto Morales explicó que hay órganos vitales como el corazón, el pulmón, el hígado y los riñones que, cuando fallan debido a enfermedad, la vida del paciente se encuentra en grave peligro, y en muchos casos el trasplante es la única alternativa viable.
Señaló que se estima que más de 200 mil personas en México reciben terapia sustitutiva y pueden ser candidatas a trasplante de riñón. Esta cifra revela la magnitud del problema de salud pública que representa la enfermedad renal crónica, la cual exige costosos tratamientos como hemodiálisis y diálisis peritoneal. De ahí la importancia de fortalecer la cultura de la donación de órganos.
Detalló que el trasplante de riñón es el más común de todos los trasplantes de órganos, especialmente de donante vivo. Esto se debe a que el riñón es un órgano par, por lo que, cuando queda uno, se adapta y compensa la función del otro.
La mayor demanda de trasplantes de riñón se concentra entre los 15 y los 45 años, un segmento de la población en plena etapa productiva que enfrenta disminución considerable de su esperanza de vida si no recibe un órgano.
El hígado también puede ser donado en vida, generalmente de un padre o madre a su hijo o hija. El procedimiento consiste en la extracción de un segmento del hígado del donante, que luego se trasplanta al receptor. Tanto el hígado del donante como el del receptor se recuperarán, permitiendo una función hepática adecuada en ambos.