En alerta autoridades sanitarias por aumento de casos de parálisis flácida aguda en Tlaxcala
Tlaxcala. A 5 de marzo de 2024. Redacción
Las autoridades sanitarias de Tlaxcala han emitido una serie de recomendaciones para reforzar la vigilancia epidemiológica de las enfermedades transmisibles que causan parálisis flácida aguda (PFA), un síndrome que se caracteriza por la pérdida y disminución súbita de la fuerza muscular de las extremidades, y que puede ser mortal.
La PFA puede tener diversas causas, entre las que se encuentran infecciones por virus como el de la poliomielitis, el botulismo, el Zika, el herpes, el citomegalovirus y el enterovirus (DV68), así como enfermedades autoinmunes, tumorales, genéticas, traumáticas y por intoxicación por sustancias químicas y metales.
La poliomielitis es una de las enfermedades más graves que provocan PFA, ya que afecta al sistema nervioso central y ocasiona parálisis flácida asimétrica y descendente. Es causada por el poliovirus, que se transmite por vía fecal-oral o por contacto directo con secreciones respiratorias de personas infectadas. El periodo de incubación es de 7 a 14 días, y el de transmisibilidad de 7 a 10 días. Los niños menores de 5 años no inmunizados son el principal grupo de riesgo.
Los síntomas de la poliomielitis son fiebre, astenia, somnolencia, cefalea, náusea, vómito y mialgias, que pueden evolucionar a la forma aguda y grave con rigidez de cuello y espalda, y parálisis flácida. No existe tratamiento específico para la poliomielitis, solo medidas de soporte y rehabilitación. La prevención se basa en la vacunación con la vacuna inactivada (IPV/Salk) o la vacuna oral (OPV/Sabin).
A nivel mundial, la poliomielitis está en vías de erradicación, gracias a los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios. En 2015, se declaró erradicado el poliovirus salvaje de tipo 2, y en 2020, el de tipo 3. Solo queda el de tipo 1, que circula en dos países: Afganistán y Pakistán. En 2016, se reportaron 19 casos de poliovirus salvaje en estos países, mientras que en 2015 fueron 74.
En México, la última epidemia de poliomielitis se registró en 1956, con 1,300 casos anuales. Desde entonces, se han implementado campañas de vacunación masiva que han logrado interrumpir la transmisión del poliovirus. El último caso de poliomielitis por poliovirus salvaje en México se detectó en 1990, y el último caso de poliomielitis asociada a la vacuna oral se detectó en 2006.
Sin embargo, ante el aumento de casos de PFA por otras causas en Tlaxcala, las autoridades sanitarias han instado a los médicos supervisores regionales, epidemiólogos regionales y supervisores zonales de los servicios de salud IMSS BIENESTAR a reforzar la vigilancia epidemiológica de este síndrome, mediante la notificación oportuna y el estudio exhaustivo de cada caso sospechoso.
Asimismo, han recomendado a la población mantener las medidas de higiene personal y ambiental, como el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas, el manejo adecuado de los alimentos y el agua, y la disposición correcta de los residuos. También han recordado la importancia de completar el esquema de vacunación contra la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles por vacunación.
La PFA es una emergencia de salud pública que requiere de la atención y la colaboración de todos los sectores involucrados, para evitar complicaciones y secuelas que afecten la calidad de vida de las personas.