Las Tlahuelpuchis, las vampiras Tlaxcaltecas que chupaban sangre de los niños

Las Tlahuelpuchis, las vampiras Tlaxcaltecas que chupaban sangre de los niños

 

 

 

Entretenimiento. A 25 de abril del 2024. Damallanti Martínez

 

 

 

En medio de las noches oscuras y las sombras que acechan, la leyenda de las Tlahuelpuchis se entrelaza con el misterio y el temor que aún residen en muchas comunidades de México. Estas criaturas, herederas de antiguas tradiciones prehispánicas, han sido tema de conversación y terror durante generaciones.

 

Originarias de Tlaxcala, las Tlahuelpuchis, conocidas como «sahumadoras luminosas» en náhuatl, eran en sus orígenes nahuales con poderes oscuros. Capaces de transformarse en animales, estas mujeres eran portadoras de un don otorgado por los dioses al llegar a la pubertad, desatando así su potencial maligno.

 

Se dice que al adoptar la forma de animales, las Tlahuelpuchis emiten una luminosidad que delata su presencia, una señal temida por aquellos que conocen sus leyendas. Son criaturas territoriales y solitarias, distantes incluso entre sí, salvo en casos de peligro común donde su unión es inevitable.

 

Su dieta, envuelta en oscuras prácticas, se alimenta de sangre humana, prefiriendo sobre todo la de niños pequeños, a quienes acechan en diversas formas, desde animales hasta neblinas que se cuelan en las casas durante las noches frías y lluviosas.

 

La leyenda de las Tlahuelpuchis va más allá de su apetito por la sangre; se teje con poderes hipnóticos que sumen a sus víctimas en un sueño profundo, evitando cualquier posibilidad de resistencia. La paranoia crece con cada detalle: luces fugaces que se alejan, moradores hipnotizados, y tragedias nocturnas que rondan en la mente de aquellos que creen en su existencia.

 

Pero no todo es temor, pues el folklore también ofrece métodos para repelerlas: cajitas de agujas, metales brillantes, espejos, ajos, cebollas, y rituales ancestrales que buscan proteger a los más vulnerables de su presencia maligna.

 

Aunque hoy en día se cuenta que las Tlahuelpuchis han sido relegadas al pasado, las historias y el miedo persisten, recordándonos que en las noches más oscuras, las sombras aún guardan secretos antiguos y temibles.

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