Cientificos de la UNM descubren microplásticos en los testículos de humanos y perros
Internacional. A 21 de mayo del 2024. Damallanti Martínez
Un reciente estudio publicado en la revista Toxicological Sciences ha revelado la presencia de microplásticos en los testículos de humanos y perros, lo que podría estar afectando la reproducción en ambas especies.
Este hallazgo añade otro punto a la lista de lugares del cuerpo humano donde se han encontrado estos materiales, como la placenta y las arterias obstruidas.
La investigación fue realizada por un equipo de la Universidad de Nuevo México (UNM), que examinó el tejido testicular de perros y humanos debido a las similitudes biológicas entre ambas especies y porque los perros comparten los mismos entornos que las personas.
El estudio mostró que todas las muestras recolectadas contenían partículas de microplásticos, sin excepción. En los humanos se encontró casi tres veces más cantidad que en los perros: 329.44 microgramos por gramo en humanos frente a 122.63 microgramos por gramo en perros. Además, se identificaron doce tipos diferentes de partículas, siendo el polietileno la más común, utilizado en la fabricación de bolsas y botellas plásticas y destacado como un principal contaminante industrial.
“Al principio dudaba de que los microplásticos pudieran penetrar en el sistema reproductivo. Cuando recibí por primera vez los resultados de los perros, me sorprendí. Me sorprendí aún más cuando recibí los resultados de los humanos”, expresó Xiaozhong Yu, autor del estudio y académico de la Facultad de Enfermería de la UNM.
Los investigadores no pudieron contar los espermatozoides en las muestras humanas debido a que estaban preservadas químicamente. Sin embargo, sí pudieron hacerlo en las muestras caninas, revelando que había más plástico de cloruro de polivinilo (PVC) que espermatozoides. Este plástico es ampliamente utilizado en productos industriales y domésticos.
A pesar de que el proceso reproductivo de los perros tiene algunas similitudes con el de los humanos, Yu precisó que es necesario realizar más análisis para determinar si los microplásticos pueden reducir la cantidad de espermatozoides. “Tenemos muchas incógnitas. Necesitamos analizar realmente cuál es el efecto potencial a largo plazo.
“No queremos asustar a la gente. Queremos proporcionar datos científicos y concienciar de que hay muchos microplásticos. Podemos tomar nuestras propias decisiones para evitar mejor la exposición, cambiar nuestro estilo de vida y cambiar nuestro comportamiento”, concluyó.