Biet Ghiorgis: El Misterio Tallado en Roca Roja que Desafía la Imaginación

Biet Ghiorgis: El Misterio Tallado en Roca Roja que Desafía la Imaginación

 

 

Internacionales. A 25 de mayo del 2024. Damallanti Martínez

 

 

En las profundidades de Etiopía, oculta entre las colinas del norte, se encuentra una de las iglesias más enigmáticas y desconocidas del mundo: Biet Ghiorgis. Esta joya arquitectónica, también conocida como la Iglesia de San Jorge, fue descubierta por exploradores europeos apenas en 1939, cuando el arquitecto italiano Monti Della Corte la encontró tras 50 agotadoras horas de viaje en mula.

 

Ubicada en Lalibela, la segunda ciudad santa de Etiopía después de Aksum, Biet Ghiorgis es la más grande de las once iglesias que se encuentran en la región de Amhara. Esta área es hogar de una población mayoritariamente perteneciente a la Iglesia Ortodoxa Etíope.

 

La singularidad de Biet Ghiorgis radica en que está completamente tallada en una roca volcánica de color rojo, rodeada por una inmensa zanja. Este templo, con sus impresionantes dimensiones de 12 metros de ancho y 12 de alto, es una auténtica obra maestra cuyo origen sigue siendo un misterio para los investigadores. Sin una tradición escrita que documente su construcción, Biet Ghiorgis continúa desafiando la comprensión de la arquitectura mundial.

 

La leyenda local cuenta que ángeles descendieron del cielo para esculpir la Iglesia de San Jorge en una sola noche durante el siglo XIII. Otros relatos sugieren que fue el rey Gebre Mesquel Lalibela, de la dinastía Zagüe, quien ordenó su construcción tras recibir instrucciones divinas en una visión. Según algunas versiones, el mismo monarca, ayudado por ángeles, esculpió la iglesia con sus propias manos. Independientemente de su origen, la precisión y belleza de Biet Ghiorgis es innegable.

 

Vista desde el cielo, Biet Ghiorgis tiene la forma de una cruz griega. Para su esculpido, se removieron alrededor de 3,400 metros cúbicos de roca y otros 4,500 durante los trabajos de decoración interior. En 1978, la UNESCO nombró Patrimonio de la Humanidad a este conjunto arquitectónico, que incluye los otros diez templos de Lalibela, destacando así su importancia y la necesidad de su protección.

 

Biet Ghiorgis es un centro de peregrinación para los cristianos ortodoxos etíopes, especialmente durante el ‘Timkat’, la epifanía de esta tradición religiosa. Durante este evento, la iglesia se llena de fieles que rinden homenaje en este santuario sagrado.

 

La belleza de Biet Ghiorgis se dio a conocer al mundo exterior durante la segunda guerra italo-etíope (1935-1936), cuando el ejército del mariscal Emilio de Bono invadió Etiopía. Antes de esto, los etíopes ya valoraban plenamente el tesoro que tenían en sus tierras, siendo uno de los pocos territorios africanos que había resistido las colonizaciones extranjeras.

 

Hoy, desde su ubicación remota, Biet Ghiorgis espera pacientemente el día en que la ciencia revele los misterios de su construcción. Pero a veces, es más enriquecedor dar crédito a las leyendas y fábulas transmitidas de generación en generación. Aunque hablen de ángeles que descienden para trabajar sin compensación, estas historias añaden un toque mágico a la octava maravilla del mundo, un título que Biet Ghiorgis, con su extraordinaria belleza, bien merece.

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