Moscas, mosquitos y basura amenazan con agravar la crisis de salud en Gaza
Gaza enfrenta una crisis sanitaria alarmante debido a la acumulación de aguas residuales, enjambres de insectos y montañas de basura, agravada por el calor del verano.
Internacional. A 17 de Junio, 2024. ✍️ Sunashi Rivera
En el norte del territorio, en la ciudad de Gaza, Ismail Zayda ha informado que el suministro de agua ha estado cortado durante nueve meses. «Los ayuntamientos no funcionan, y los residuos se amontonan en las puertas de nuestras casas y en las carreteras», afirmó. Zayda también mencionó la aparición de grandes cantidades de insectos desconocidos que pican a los residentes, incluyéndolo a él y a sus hijos.
La crisis sanitaria se agrava en medio del incesante bombardeo israelí, que sigue en su octavo mes tras los ataques de Hamas del 07 de octubre. Este conflicto ha exacerbado una crisis humanitaria, destruyendo barrios enteros, dañando infraestructuras sanitarias y agotando los suministros básicos como alimentos, agua y combustible.
Los grupos de derechos humanos han advertido repetidamente sobre las condiciones de vida «indescriptibles» en Gaza. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha informado que en Deir al Balah, donde miles de desplazados se refugian, los problemas de salud como hepatitis A, enfermedades cutáneas y respiratorias están aumentando debido al hacinamiento y al acceso críticamente bajo al agua potable. En algunos refugios, el agua disponible es menos de un litro por persona al día, muy por debajo del mínimo necesario para la supervivencia.
El suministro de agua potable, esencial para prevenir la propagación de enfermedades, es un problema crítico. Según la OCHA, más de dos tercios de las instalaciones de agua y saneamiento de Gaza han sido destruidas o dañadas. Muchas otras están fuera de servicio debido a la inseguridad, impedimentos de acceso y la falta de energía y combustible para los generadores.
Las vías están «llenas de aguas residuales», explica Zayda, quien relata cómo una piscina fuera de servicio cerca de su hogar se ha convertido en un criadero de insectos. Durante el día, las moscas son un problema, y por la noche, los mosquitos. Zayda y su familia intentan combatirlos encendiendo hogueras y quemando basura.
La situación se agrava aún más por el uso de aceite de fritura quemado en lugar de gasóleo, lo que dificulta la respiración debido al humo. «Las carreteras están llenas de aguas residuales que corren por las calles, residuos y escombros de los bombardeos», añade.
Carl Skau, del Programa Mundial de Alimentos, tras una visita a Gaza, describió cómo un millón de personas desplazadas están atrapadas en una «zona muy congestionada a lo largo de la playa bajo el ardiente calor del verano». Skau mencionó haber conducido a través de ríos de aguas residuales, subrayando la gravedad de la situación.
Aunque algunos esfuerzos de reparación se han llevado a cabo, como la restauración de pozos en Khan Younis, Deir Al Balah y Nuseirat, la magnitud del problema supera la capacidad de las autoridades locales. Sin un cese del fuego y con recursos limitados, las condiciones en Gaza continúan deteriorándose, aumentando el riesgo de una crisis de salud aún más grave con la llegada del verano.
Fuente: CNN.