La genética, un nuevo factor en la obesidad: revelaciones de un estudio reciente
A 24 de junio del 2024. Lizeth Cuahutle
La obesidad no es solo una cuestión de dieta y ejercicio, según una nueva investigación, podría estar en el código genético.
«Las causas de la obesidad son muy complejas y, en la mayoría de los casos, se deben a una combinación de muchos factores. En este estudio, sin embargo, hemos identificado un claro desencadenante genético de la obesidad», afirma el Dr. Mattia Frontini, investigador de la Fundación Británica del Corazón y profesor de Biología de Reino Unido.
Compararon datos de personas con dos copias defectuosas del gen SMIM1. Según Frontini, estas copias defectuosas provocan una disminución en la función tiroidea y un menor gasto energético, lo que lleva a un mayor almacenamiento de grasa.
Este hallazgo es significativo ya que identifica una mutación genética específica, lo cual no siempre ocurre en la investigación, señaló el Dr. Philipp Scherer, director del Centro de Diabetes Touchstone del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas.
Alrededor de 1 de cada 5,000 personas tiene esta composición genética, dijo Frontini. Sin embargo, en una población de 10 o 15 millones, hay muchas personas que podrían tener esta mutación sin ser conscientes de su influencia en la obesidad.
La disfunción tiroidea afecta a casi el 2% de la población del Reino Unido y se trata regularmente con medicamentos asequibles. El siguiente paso de la investigación es determinar si las personas con la mutación SMIM1 pueden beneficiarse de estos tratamientos, añadió Frontini.
El peso no es solo cuestión de fuerza de voluntad. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales señala que el tamaño y la forma del cuerpo están determinados por muchos factores, algunos controlables y otros no, como los hábitos de vida, el sueño, los medicamentos, la salud, el entorno y la genética.
Actualmente, la mejor estrategia médica para tratar la obesidad es la medicación, según Scherer.
Las dietas severamente restrictivas no son la solución, ya que pueden llevar a un ciclo de restricción y atracones, según la dietista Brooke Alpert. Para hacer cambios en el estilo de vida, lo mejor es adoptar un enfoque gradual y sostenible mientras se mantiene una relación sana con la comida, aconseja Emily Feig, del Hospital General de Massachusetts.