Infecciones nosocomiales una amenaza persistente en la salud pública global
A 10 agosto 2024. Lizeth Cuahutle
En la actualidad, las infecciones asociadas a la atención de la salud, conocidas como infecciones nosocomiales, representan un grave problema de salud pública a nivel mundial. Su incidencia en instituciones sanitarias está en aumento, lo que genera un impacto significativo en la mortalidad de los pacientes, en el consumo de recursos sanitarios, y en la disminución de la seguridad y calidad del servicio prestado.
El término «nosocomial» proviene del griego «nosokomien», que significa «hospital», y se refiere a las infecciones adquiridas en un entorno hospitalario por pacientes que ingresan por razones distintas. Estas infecciones afectan tanto a países desarrollados como a aquellos en vías de desarrollo, con los países más pobres siendo los más vulnerables debido a la falta de herramientas preventivas adecuadas.
Los factores que contribuyen a la aparición de estas infecciones incluyen el agente microbiano, la vulnerabilidad de los pacientes, los factores ambientales, y la resistencia antibiótica. Los agentes infecciosos pueden provenir de otras personas, de la flora propia del paciente, o de objetos y sustancias contaminadas. Los pacientes más vulnerables suelen ser aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, como los trasplantados, los que padecen cáncer, diabetes, insuficiencia renal, sida, o quemaduras.
Los factores ambientales, como el hacinamiento en las unidades hospitalarias y el traslado de pacientes, también juegan un papel crucial en la propagación de estas infecciones. La resistencia bacteriana, agravada por el uso indiscriminado de antibióticos, es otro factor que dificulta el tratamiento de las infecciones nosocomiales, dejando a los profesionales de la salud con pocas opciones terapéuticas.
La lucha contra las infecciones nosocomiales requiere un esfuerzo global y un compromiso continuo para mejorar las prácticas de prevención, reducir la propagación de agentes infecciosos y combatir la resistencia antibiótica. Solo así se podrá mitigar el impacto de estas infecciones en la salud pública y mejorar la seguridad de los pacientes en todo el mundo.