Una fórmula matemática conecta los picos de las aves con los hocicos de los dinosaurios
A 24 abril 2025. Lizeth Cuahutle
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que una misma regla matemática basada en la geometría explica la forma de los picos de casi todas las aves actuales, así como la de los hocicos de muchos dinosaurios terópodos. El hallazgo, publicado en la revista «iScience», proporciona una nueva clave para entender la evolución de las especies y su desarrollo biológico.
El estudio fue liderado por los investigadores Kathleen Garland y Alistair Evans, quienes aplicaron el modelo geométrico conocido como power cascade (cascada de potencias) a 127 especies: 106 aves modernas y 21 dinosaurios fósiles. El modelo se basa en una relación matemática que describe cómo el radio del pico aumenta con la distancia desde su punta, creando una forma predecible en una gráfica logarítmica.
Según los científicos, el 95% de las especies estudiadas seguía fielmente este patrón geométrico, lo que sugiere que la cascada de potencias podría ser una forma ancestral de crecimiento facial en los vertebrados.
Además, al analizar un árbol filogenético, los investigadores observaron que incluso los nodos más antiguos los antepasados comunes de aves y dinosaurios mostraban una fuerte coincidencia con esta regla matemática.
El estudio también analizó cómo influyen factores ecológicos, como la dieta o el tipo de hábitat, en la forma del pico. Aunque la mayoría de las aves sigue el patrón matemático, su forma varía en función de su alimentación: aves carnívoras tienden a tener picos más delgados, mientras que las herbívoras desarrollan picos más robustos.
Sin embargo, algunas especies presentan excepciones notables, como la espátula común o el colibrí garganta de rubí, cuyas formas de pico están adaptadas a nichos ecológicos muy específicos.
La regla matemática que define esta estructura se resume en una simple fórmula de potencia:
«R = a·D^b»
donde R es el radio del pico, D la distancia desde la punta, y a y b son constantes. En una escala logarítmica, esta relación se convierte en una línea recta, lo que permite comparar especies muy distintas dentro del mismo marco geométrico.
Aunque la mayoría de las aves modernas ha explorado una gran variedad de formas de pico tras la extinción del Cretácico, esta diversidad no responde a un aumento en el ritmo evolutivo, sino a una mayor exploración dentro de los límites que impone este modelo geométrico.