El papa cuenta con 62 años, ya no puede caminar y es diabético, no les alcanza para el medicamento y el médico, piden unas monedas a los automovilistas, un día sí y el otro también
TLAXCALA/ 26 /NOVIEMBRE/2020/Foto Jorge Lezama
El más duro de los corazones se conmueve ante la imagen inusitada de un hombre joven que lleva cargando a un anciano, a pleno rayo del sol, entre las filas de autos, la escena es conmovedora, solo piden una moneda.
Esta imagen es cotidiana, efecto de la carestía de la vida y posiblemente de las secuelas de la pandemia por la falta de dinero y de empleo, a veces la necesidad es más fuerte que el ¿Qué dirán?
Se trata de un hijo y su padre.
El hijo dijo llamarse Fernando García Morales 22 años, todos los días carga a su papá en sus hombros, ambos vienen desde San Martín Texmelucan, y se ven obligados por la necesidad a pedir dinero en las calles.
Lo hacen para sobrevivir.
El papa cuenta con 62 años, ya no puede caminar y es diabético, no les alcanza para el medicamento y el médico, piden unas monedas a los automovilistas, un día sí y el otro también.
Esta dramática escena es observada entre el tráfico vehicular en el crucero de Santa Ana Chiautempan y la vía corta a Puebla, “no me da pena cargar a mi padre”, afirma el hombre en plenitud.
Explica que solo de esta manera considera que su padre está seguro y de esta forma sobreviven, y que los análisis para determinar el grado de la diabetes que ataca a su padre están fuera de su alcance.
No cuenta con un trabajo estable, al anciano no alcanza la edad para la pensión y el tiempo se les vino encima, sin sentirlo, tampoco hay para medicinas ni otros cuidados y atenciones.
Padre e hijo ruegan durante su peregrinar entre los autos que alguna alma caritativa les de una moneda y tampoco pierden la esperanza de que uno de estos días… uno de estos días llegue un ángel y los auxilie en esta su muy precaria situación.