20 de mayo de 2017/redacción
Lugareños que caminaban por el camino viejo a Santa Ana Ríos en las proximidades del Rancho San Carlos en Huamantla, percibieron un olor fétido que los obligó a dirigirse al sitio del que emanaba la pestilencia, solo para percatarse de que se trataba de posiblemente un cuerpo envuelto en trapos.
Por ello es que de inmediato reportaron el hallazgo a las autoridades al través del Servicio de Emergencias 911, lo que provocó que en el lugar se hicieran presentes efectivos de la policía municipal de Huamantla y de la Comisión Estatal de Seguridad (CES).
Quienes corroboraron el reporte y observaron que tal vez se trataba de los despojos del cuerpo de una persona del sexo femenino, que dentro de uno de un hoyo (entre bordos de material pétreo) estaba siendo devorado por los perros y en estado de descomposición avanzada.
Por lo que se procedió a dar parte a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Tlaxcala, al tiempo de acordonar el área para iniciar con el protocolo de la Cadena de Custodia con la intención de preservar los indicios en estar de la llegada de los peritos de campo, el Ministerio Público y el Servicio Médico Forense (SEMEFO).
Lo que ocurrió tiempo después y de forma mecánica casi mecánica, el personal de la institución encargada de impartir justicia cumplió con la diligencia del levantamiento del cadáver que a decir de algunos curiosos, era el torso de una mujer con vestimenta no común que podrían haber ido a tirar a ese lugar, provechando lo desolado del terreno.
El trabajo de los peritos se desarrolló por un período de tiempo considerablemente amplio, ya que se realizó un análisis de la zona para poder ubicar las otras partes del cuerpo.