NAUYACA
Preocupación periodística…
Existe una gran preocupación nacional, por las graves agresiones que vienen sufriendo quienes se dedican al mundo de la prensa y más aún por las siete muertes que van en este año. Sin duda inquieta que cualquier persona que se dedique al noble oficio del periodismo sea intimidada con crueldad, que incrementa cuando se trata de humildes comunicadores que en un acto de verdadero valor transmiten noticias y puntos de vista, pero que, dadas sus limitantes económicas, carecen de custodios que les garanticen su bienestar y, por tanto, se encuentran más expuestos a las balas de sus represores.
Llama la atención de que países como Ucrania, van 2 muertes en lo que va de la guerra con Rusia, y en México a pesar de no tener un conflicto bélico ya suman 7 los periodistas asesinados.
Si bien sabemos que en la actualidad las redes sociales han tomado un papel prioritario en el tema de la comunicación y es, donde se presentan amenazas al por mayor, las cuales, si bien, no todos son mortales, constituyen una constante por la cual la verdad no llega a los ámbitos que se reclama. Es claro que la inseguridad en el mundo crece, pero es esencial pensar en México, donde se debe analizar con profundidad que medidas deben tomarse para garantizar, particularmente a quienes se dedican al periodismo, su actividad.
Tal vez en Tlaxcala, la recién creada oficina de atención a personas defensoras de derechos humanos y periodistas pueda ser una alternativa y con ello considerar una medida primaria, que sea la de castigar enérgicamente a quienes atenten contra la libertad de expresión, además de crearse un tipo penal, amenazas, lesiones y homicidio, donde las víctimas sean precisamente los comunicadores. Hoy más que nunca se requieren nuevos aires en materia de información y sobre todo, plena seguridad.
Así las cosas, en México van al menos 30 periodistas asesinados en lo que va de la administración de AMLO y en Ucrania en las últimas horas, Brent Renaud, periodista y director de documentales estadounidense, de 50 años, que tenía experiencia en cubrir situaciones de guerra, fue abatido por las balas de este conflicto, cuando atravesaba en coche un control de carreteras en Irpin, localidad situada a 25 kilómetros de Kiev.
Es el segundo reportero que muere cubriendo la guerra en Ucrania provocada por la invasión rusa del pasado 24 de febrero. El operador de cámara ucranio Yevhenii Sakun perdió la vida el pasado 2 de marzo en el bombardeo de la torre de comunicación de Kiev.
Ojalá y este clima de inseguridad periodística en México, acabe y pronto.