Nauyaca…

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En diferentes partes del país, incluído Tlaxcala, las desapariciones de mujeres y los femicidios se multiplican y las autoridades poco o nada hacen para evitarlos. Las autoridades se concretan en algunos casos a emitir alertas.

Una vez registrado el hecho delictivo, los representantes de la ley se concretan a mal informar a los parientes de las víctimas. El punto central de los gobiernos municipal, estatal y federal es justificar sus errores.

También es importante señalar que la sociedad mexicana no cuenta con medidas preventivas contra las desapariciones y los feminicidios. Los presupuestos para la investigación de secuestros o asesinatos son raquíticos.

No se le da importancia a los hechos delictivos. Y si no se cuenta con recursos económicos suficientes para prevenir los asesinatos, los políticos se escudan en sus discursos que se lleva el viento. Si los investigadores no tienen los recursos económicos necesarios para cumplir su tarea y tampoco la preparación suficiente para llevarla a cabo, los resultados son verdaderas catástrofes.

En diferentes sitios de México se exige justicia para castigar a los feminicidas, que sin mucho esfuerzo libran la acción de la justicia.

Los asesinatos de mujeres son más que preocupantes. Acentúan más la inseguridad que priva en nuestro país. La espiral de violencia e inseguridad son temas que se tratan diariamente en los diferentes medios de comunicación.

Cada día nos enteramos de las acciones criminales que padecen las jóvenes, adolescentes y niñas. Seguimos consternados por el asesinato de Debanhi Escobar, 18 años, universitaria, que desapareció desde el 9 de abril.

El cuerpo sin vida de la joven fue encontrado 13 días después en una cisterna ubicada al lado de un motel. El hallazgo provocó indignación. Debanhi fue atacada y asesinada de un golpe en la cabeza, según información de la Fiscalía de Nuevo León.

Precisamente, Mario Escobar, el padre de Debanhi declaró lo siguiente: ?Creíamos con el corazón que la íbamos a encontrar viva, de que la íbamos a encontrar; pero pasaban los días y la Fiscalía hizo mal su trabajo, no me han entregado lo que por ley me pertenece, todas las carpetas (del caso)?.

Las autoridades tienen, pues, la obligación de prevenir las desapariciones y los feminicidios. Será difícil lograrlo si no se destinan más recursos y personal más capaz que atienda las alertas de desaparición sin perder tiempo.

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