30 de junio de 2017/Pedro Morales/Jorge Lezama
El ex diputado local, dirigente del Partido Alianza Ciudadana e investigador de nivel internacional de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT, Serafín Ortiz Ortiz declaró que en Tlaxcala, al igual que en el resto del país, este Día de la Libertad de Expresión, no hay nada que celebrar, principalmente por la creciente muerte de periodistas.
En reunión con representantes de medios de comuni8cación locales, regionales y corresponsales regionales y nacionales, Ortiz Ortiz dijo que en estos momentos “nos encontramos en plena banca rota de las instituciones que gobiernan a este país”, en materia de seguridad.
Los gobiernos federal, estatal y municipales han sido rebasados por el crimen organizado y muchos de ellos han sido cooptados e incluidos en las nóminas de quienes trasgreden la ley.
En Tlaxcala destacan los casos de la actividad de los llamados “huchicoleros”, de los tratantes de personas desde hace mucho tiempo han abonado a la creciente “leyenda negra de Tlaxcala”.
“Hoy no podemos decir buenos días, ni felicidades, no hay resultados en el combate a la delincuencia y México es el segundo país de mayor violencia en el mundo”.
Fácilmente comparado con países como Siria que está en guerra, es lamentable que este gobierno no tome en cuenta esta situación y solo combata delitos menores, pero no se aclaran los crímenes horrendos cometidos contra periodistas.
Ortiz Ortiz, aseguró que la libertad de expresión en México debe ser plena y lamentó que a más de dos años de haber presentado una iniciativa ante el pleno del Congreso del Estado para crear la Ley de Protección del Ejercicio Periodístico del Estado de Tlaxcala, esta se encuentre congelada.
Lamentó que pese panorama que prevalece en el país y a las permanentes agresiones en contra de quienes ejercen la profesión del periodismo, en los hechos, los gobiernos no han hecho nada para garantizar la integridad de los periodistas y al contrario, cada vez son más los abusos que se cometen por los entes públicos y el crimen organizado en contra de quienes se atreven a hablar sobre la realidad que se vive.
Por ello, a un día de celebrar el Día del Periodista de Tlaxcala, hizo un llamado a los congresistas estatales a retomar esta iniciativa, si realmente quieren hacer una aportación a favor de la libertad de expresión.
Serafín Ortiz destacó que en su iniciativa destacan ocho puntos básicos que deben garantizarse a los periodistas y que son proteger el secreto profesional, la cláusula de conciencia.
El libre y preferente acceso a las fuentes de información, la prohibición de censura previa, el estándar de la real malicia, respaldo subsidiario del estado para la formación profesional y continua, reconocimiento institucional y la protección a las empresas en misiones y tareas de alto riesgo.
ME SIENTO ESPIADO
Dijo que pese a que la prensa es la que pulsa las cualidades de quien gobierna, hoy en día, en México y Tlaxcala prevalecen autoridades con mentes maquiavélicas que cercenan este derecho a través del espionaje y su incursión a la vida privada de periodistas y otros actores críticos.
“Me siento espiado”, denunció.
Por ello, pidió a los representantes de los medios de comunicación no permitir este tipo de acciones, pues si se cercena la libertad de expresión, también se mutilará la manifestación de ideas.
Refirió que es inaceptable que el gobierno federal se gaste 36 mil millones de dólares para comprar el paquete digital Pegaso que sirve para el espionaje telefónico principalmente.
No descartó que en Tlaxcala, desde hace mucho tiempo, es común esta práctica en contra de los representantes de los medios de comunicación, pero también de los actores políticos.
“Mentes medievales se sienten lesionados si los critica la prensa, hay cuestiones muy problemáticas en contra del periodismo y hoy a la luz de un descarado espionaje pagado por el gobierno, se meten hasta en la vida privada de los periodistas”.
Hay esquizofrenia institucional, por eso en Tlaxcala hay que estar unidos quienes no coincidimos con la forma de pensar de quienes quieren acallar las voces de la prensa, porque si se mutila a la prensa solo va a imperar la voz del más fuerte por medio de la violencia.
“Serafín, el que les habla soy una voz incomoda, porque no me quedo callado al desenmascarar acciones de corrupción, eso les incomoda, en Tlaxcala no debemos callarnos hay que luchar por la libertad de las ideas y del libre pensamiento”.
Dijo que de manera personal no tiene duda de que sus teléfonos estén intervenidos, “me siento espiado y por eso no hay que guardar silencio, hay que unir esfuerzos y defender el libre pensamiento, pero todos unidos para hacer a una sociedad tlaxcalteca más unida, fuerte y mejor informada”.