El oscuro pacto: 41 años de complicidad entre el poder y el n4rcø en México

El oscuro pacto: 41 años de complicidad entre el poder y el narco en México

Por: Luis Jesus Morales

En México, la historia de la relación entre el poder político y el narcotráfico tiene raíces profundas que se remontan décadas atrás. Desde los años 70, comenzaron a tejerse los primeros vínculos entre el narco y figuras predominantes del país, sentando las bases de una relación que ha dejado una estela de corrupción, impunidad y violencia en la sociedad mexicana.

Uno de los primeros personajes emblemáticos en establecer estos lazos fue Miguel Ángel Félix Gallardo, quien se convirtió en líder del Cártel de Guadalajara tras la muerte de Pedro Avilés Pérez, conocido como «El León de la Sierra». Gallardo contaba con el respaldo de figuras políticas, como Leopoldo Sánchez Celis, quien fue gobernador de Sinaloa y colaborador cercano del narcotraficante. Estas conexiones le permitieron establecer alianzas con otros mandatarios estatales y asegurar el paso de drogas por el territorio mexicano.

La complicidad entre el poder y el narco no se limita a actos aislados. En la década de los 80, surgieron evidencias de un acuerdo implícito entre las autoridades locales y estatales con los traficantes de drogas. A cambio de grandes sumas de dinero en forma de sobornos, se permitía el libre tránsito de cargamentos de droga por rutas fronterizas establecidas. Además, se toleraba la producción de cultivos ilegales en diversos estados del país.

Estos lazos entre el narco y el poder alcanzaron incluso la esfera política más alta. Informes de inteligencia de la CIA de Estados Unidos señalaron que el candidato presidencial del PRI, Carlos Salinas de Gortari, tenía vínculos con el narcotráfico. Aunque nunca se podrán probar estas sospechas, permanecerán como presunciones que generaron dudas sobre la legitimidad de su presidencia. Esta situación fue respaldada por la gestión del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado.

A lo largo de los años, hemos visto cómo políticos de diferentes partidos han sido señalados por su relación con el narcotráfico. Ejemplos como Jesús Gutiérrez Rebollo, quien fue ascendido a general y director del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas antes de ser acusado de tener vínculos con el narcotraficante al que había detenido, demostró la complejidad de esta problemática.

Recientemente, el caso de Denisse Ahumada, regidora del Partido Acción Nacional (PAN) en Reynosa, Tamaulipas, ha vuelto a poner de manifiesto la presencia del narcotráfico en la política mexicana. Ahumada fue detenida con 42 kilos de cocaína en su vehículo al intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Aunque fue liberada por falta de pruebas, fue arrestada nuevamente a nivel local. Este caso refleja la urgente necesidad de enfrentar la corrupción y la impunidad que alimentan la complicidad entre el poder y el narcotráfico.

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