Por: Luis Jesus Morales
Las autoridades de Estados Unidos han informado sobre la posible implosión del sumergible Titán, que transportaba a cinco pasajeros y se dirigía hacia los restos del transatlántico Titanic, ubicado a una profundidad de aproximadamente 4.000 metros en el Atlántico Norte.
Según la Guardia Costera estadounidense, se han encontrado escombros que sugieren que el sumergible fue aplastado de manera «catastrófica» debido a la presión oceánica. Las autoridades han expresado sus condolencias por la presunta muerte de los tripulantes y están llevando a cabo investigaciones para determinar qué ocurrió y qué podría haberse hecho para prevenirlo. Se están analizando las piezas encontradas cerca del histórico barco con el objetivo de reconstruir la secuencia de eventos que condujeron a esta tragedia.
Los fragmentos encontrados incluyen la cubierta trasera del sumergible y un cono de la parte delantera, descubiertos a unos 500 metros de la proa del Titanic. Aunque todavía es demasiado pronto para determinar el momento exacto de la implosión, la Marina de los Estados Unidos ha reportado la detección de una «anomalía acústica consistente con una implosión» poco después de que se perdiera el contacto con el Titán.
La clave para la investigación reside en los trozos de fibra de carbono utilizados en la construcción de la embarcación. Los investigadores examinarán minuciosamente cada pieza, analizando la dirección de los filamentos de fibra de carbono en busca de desgarros que indiquen el lugar exacto de la ruptura. Se cree que una posible falla estructural del casco del sumergible pudo haber provocado la implosión debido a las altas presiones a las que estuvo sometido. La violencia del evento dificulta determinar la secuencia de eventos, por lo que la recuperación y el examen detallado de los escombros son cruciales para obtener más información.
Los hidrófonos, micrófonos submarinos utilizados para detectar pruebas de armas atómicas ilícitas, podrían brindar información adicional sobre lo que sucedió exactamente con el Titán. Estos dispositivos han sido útiles en investigaciones anteriores, como la implosión del submarino argentino San Juan en 2017. Si los hidrófonos registraron el momento de la tragedia, podrían proporcionar datos precisos sobre el tiempo en que ocurrió.
Dada la complejidad y la ubicación remota del incidente, aún no se ha determinado qué agencia liderará la investigación. Las autoridades enfrentan desafíos debido a la participación de personas de distintas nacionalidades y a la falta de protocolos establecidos para sucesos de este tipo con un sumergible.
La utilización de una combinación de titanio y fibra de carbono en el recipiente a presión del Titán es algo inusual desde el punto de vista de la ingeniería estructural. Los materiales tienen propiedades diferentes y podrían haber experimentado una pérdida de integridad debido a las diferencias en su comportamiento bajo presión. Especulativamente, un
defecto en el compuesto de fibra de carbono, como la deslaminación, podría haber provocado una implosión instantánea debido a la presión submarina. En cuestión de segundos, la embarcación se habría colapsado por completo debido al peso de la columna de agua a esa profundidad.
A medida que avancen las investigaciones, se espera obtener más información sobre las circunstancias que llevaron a la implosión del sumergible Titán.